El pasado mes de junio, TransMilenio y los concesionarios del SITP firmaron un otrosí que fue vendido como la salvación del sistema. Según este otrosí, los operadores recibirían una serie de ventajas financieras para evitar el colapso del sistema. En cambio, estos se comprometieron a mejorar la operación del sistema. Pero, para la concejal María Fernanda Rojas, este acuerdo se convertiría en un desangre para la ciudad.
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Según la concejal, el Distrito proyecta financiar en los próximos 10 años más de $1.9 billones de pesos adicionales por el aumento del déficit del sistema zonal del SITP. Esta decisión sería crítica para la operación del sistema, pues incrementaría masivamente el aporte del presupuesto que entrega el Distrito.
El otrosí, según TransMilenio, era necesario para que la ciudad lograra superar la crisis de los concesionarios. Con su firma, el SITP buscaría una mejora de las frecuencias y las condiciones operativas del sistema. Pero, según Rojas, las únicas condiciones que se mejoraron fueron las financieras.
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“Los buses padrones aumentaron su remuneración por kilómetro recorrido en un 40.5%. Los buses de 40 a 50 pasajeros mejoraron en un 25.6%. Se esperaban mejoras de calidad, detener la pérdida de usuarios y el estancamiento en la implementación del sistema. Pero lo único que se logró con certeza fue salvar financieramente a los concesionarios”, dijo Rojas.
Entre las cifras más polémicas se muestra cómo el SITP no ha logrado contrarrestar el desangre que venía de administraciones anteriores. Aunque la alcaldía de Enrique Peñalosa recibió al sistema con un déficit de 710 mil millones de pesos y buscando reducirlo. Pero con la firma del otrosí, el SITP estima que se suba a 790 mil millones, una cifra récord.
“A pesar de un alza en la tarifa del 46.6% en el componente zonal y un 33.3% en el troncal, y del fuerte recorte de subsidios para los más pobres, el déficit aumenta. Para este año podría alcanzar un récord en las finanzas del sistema”, aseguró la cabildante de la Alianza Verde.
Otra crítica es que el sistema solo sancione a los concesionarios con porcentajes reducidos. Esto no sería suficiente para contrarrestar la pérdida del 16% de validaciones entre 2019 y 2016, la cual se puede achacar a la caída en la calidad del sistema.
Rojas, aún así, alabó propuestas como la chatarrización de 2623 buses hasta 2021. Aún así, para la concejal verde, faltó en un acuerdo que mejorara los estándares de emisión de los nuevos buses. Con este acuerdo se cumpliría el compromiso de la administración para llegar a un transporte público con cero emisiones en Bogotá en 2030.