En lo corrido del año han aumentado las amenazas a los líderes sociales en la región de Montes de María, ubicada al norte de Colombia, donde el posconflicto sigue siendo un sueño lejano y la violencia no cesa, denunció a Efe uno de ellos que pidió mantener el anonimato.
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«Quieren mostrar a los Montes de María como una región en posconflicto, pero ahora (la violencia) es más grave que cuando había conflicto armado, ya que en este momento desconocemos qué está pasando», aseguró el líder social «Pedro», nombre ficticio, en una entrevista telefónica.
Actualmente, las comunidades viven un contexto complicado y tan es así que la Defensoría del Pueblo hizo un informe de alertas tempranas el 9 de Enero en el que se manifiesta la presencia de grupos armados en la zona.
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La región natural de los Montes de María conforma uno de los grandes hitos geográficos en un corredor que comunica buena parte de Colombia con el Caribe y por eso a lo largo del conflicto armado varios grupos ilegales se han enfrentado por su control.
Entre los casos más recordados del conflicto armado en la zona está la masacre paramilitar del 2000 en la vereda (aldea) de El Salado en que 60 personas fueron asesinadas o la de otras once personas en Mampuján durante el mismo año.
En este sentido, «Pedro» aseguró que hoy y «en diferentes municipios aparecen panfletos donde los grupos al margen de la ley amenazan con actos de limpieza social, firmados por el Clan de Golfo», principal grupo heredero de los paramilitares.
En octubre del año pasado, un grupo de voceros conformado por líderes sociales de la región tomaron la decisión de hacer una marcha pacífica para llegar a un acuerdo con la Gobernación de Bolívar, departamento en que está inserto los Montes de María, así como las tres alcaldías de María la Baja, San Jacinto y Carmen de Bolívar.
De este movimiento, nacieron algunos acuerdos que contemplan la construcción de centros de salud, arreglos de vías, acueducto y electricidad, entre otros temas.
Hasta el momento, estos acuerdos no se han cumplido y los actores armados han regresado a la región por lo que «Pedro» considera que «hay una contradicción, cuando la Defensoría del Pueblo saca un informe de alertas tempranas y las autoridades competentes lo niegan».
El pasado 1 de julio se hizo publica la amenaza a Yirley Velasco, una lideresa social que está al frente de un proceso participativo con mujeres afectadas por el conflicto en El Salado y que alcanzó una gran trascendencia social al participar en un vídeo del periodista y youtuber Daniel Samper Ospina.
Actualmente, en Colombia se vive un pico de amenazas y homicidios de líderes sociales y al menos 462 fueron asesinados del 1 de enero de 2016 al 28 de febrero pasado, según datos de la Defensoría del Pueblo.
Según «Pedro», los que están denunciando los problemas que viven los colombianos en las regiones son ellos, quienes arriesgan la vida.
Además, asegura que los grupos armados han enviado comunicados pidiendo a los líderes que se reúnan a dialogar pero los voceros no se atreven a reunirse con ellos porque no ven garantías de seguridad.
«Nos reunimos con los militares, quienes dicen que los grupos armados se mueven por el corredor estratégico de Montes de María, tienen nexos con el narcotráfico y defienden los intereses de los latifundistas, así como los megaproyectos en la región», precisó «Pedro».
Por eso, considera que «la restitución de tierras frente a los latifundistas no avanza» y tampoco «hay respuesta de las instituciones y la presencia de grupos al margen de la ley pone la vida de las comunidades en un riesgo enorme».
Este sábado habrá un consejo de seguridad en Carmen de Bolívar, municipio del caribe colombiano. Allí habrá una reunión entre la comunidad y el Gobierno.
«Nosotros solicitamos la presencia de la Procuraduría (Ministerio Público) y medidas que garanticen la vida de los líderes», comenta «Pedro».