A finales del mes de abril, en medio de un arduo operativo, las autoridades capturaron a Juan Valderrama, presunto asesino de la ciudadana chilena Ilse Ojeda, una policía retirada que fue hallada muerta en Santander.
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Su juicio se realizaría en agosto, pero la Fiscalía, con ganas de adelantarse a la defensa, que con anterioridad pidió pruebas psiquiátricas que fueron negadas por al juez, le realizarán exámenes.
La defensa del hombre asegura que Valderrama no quiso matar a la mujer y que todo se debe a un desequilibrio mental ocasionado por un accidente en motocicleta en el año 2008, cuando este tenía 18 años.
El accidente lo habría dejado en coma, por lo que habría perdido algunas de sus capacidades mentales. Así, previendo que esto podría pasar, la Fiscalía solicitó las pruebas que no demorarán más de dos horas y que serán aplicadas por Medicina Legal.
Con esto, la Fiscalía le haría la jugada a la defensa que buscaba declarar inimputable al santandereano de 30 años. La prueba buscaría establecer si un asunto mental o de consumo de sustancias llevó a Valderrama a cometer el crimen contra su pareja sentimental.
“Se hace para saber si la persona comprendía la ilicitud de lo que estaba haciendo y si se había auto determinado con relación a esa comprensión, es decir, si lo planeó, si había intención, si sabía precisamente lo que hacía, si reconocía que eso era ilegal o moralmente sancionable”, señaló el doctor Fernando Valbuena al periódico El Tiempo.
