Siete veces se ha hundido el proyecto que busca prohibir el asbesto en Colombia. Hoy, si no hay voluntad del Congreso, podría ser la octava. Hacia las 2:00 p.m. está citada la sesión plenaria de la Cámara de Representantes, en la que tras un largo camino, la ley que prohíbe el asbesto, la Ley Ana Cecilia Niño, surte su cuarto debate. El objetivo por el que muchos colombianos lucharon, incluso en sus últimos días de vida, está cerca, pero podría quemarse en la puerta del horno.
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El ego político, parte I
El representante del partido Alianza Verde, Mauricio Toro, denunció dilaciones con el proyecto de ley, al llegar a la Comisión Séptima de la cámara baja del Congreso. Según él, varios fueron los obstáculos que impidieron que se debatiera inmediatamente. El primero, y que termina afectado la presentación de la ponencia ante la plenaria, parece ser un problema de egos políticos. El representante asegura que en cuanto llegó el proyecto, proveniente del Senado, pidió ser coordinador ponente, pero por cosas que no entiende, terminó siendo elegido el representante cucuteño Jairo Cristo, del Partido Cambio Radical.
“Me convertí en ponente, pero hubo mucho lío para que se reunieran e hicieran una ponencia. Tenía que viajar y al ver que no se radicaba, los busqué y les dije que fueran a radicar la ponencia conmigo. Solo fue el presidente de la Comisión Séptima, Jairo Cristancho, y radicamos. Pasado el tiempo, quien quedó como coordinador ponente, el señor Cristo radicó otra, pero muy diferente”, contó Toro a PUBLIMETRO.
El problema con la doble ponencia llegó cuando al revisar las dos en la comisión, no eran iguales. La de Toro, era calcada a la que venía de Senado y que pedía la prohibición y no exportación del asbesto; la de Cristo, proponía la eliminación y sí exportación de las fibras, lo que generó controversia.
“Propuse mi ponencia, que tenía mayorías, porque el señor se fue para Japón y se quedó sin discutir. Le dije a mis compañeros que debatiéramos la mía”, comentó Cristo.
El único problema era que más allá de las discusiones por cuál ponencia se tendría que debatir, las dos tenían muchas diferencias: una proponía la prohibición y no exportación y la otra, la eliminación y exportación del asbesto. Esto alertó a las fundaciones, que dijeron que el proyecto tendría varias deformaciones.
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Prohibición vs. eliminación
Una de las ponencias, la de Toro, planteaba la prohibición del asbesto y la de Cristo, la eliminación. Las palabras, que pueden sonar como sinónimos, no lo son y la pugna entre los representantes se centró en estos dos términos.
Juan Pablo Ramos Bonilla, profesor asociado de la facultad de Ingeniería y Medio Ambiente de la Universidad de los Andes, y quien ha estudiado el fenómeno del asbesto en el país, indica que la diferencia entre los dos términos es grande.
“La prohibición es acabar de tajo cualquier actividad en la que estén involucradas las fibras de asbesto. El proyecto que habla de eliminación, por su parte, está basado en una falacia que dice que si prohibimos el asbesto, se empezaría una persecución contra quienes tienen sus casas construidas con la fibra y eso no es así, porque la ley no es retroactiva y empezaría de ceros”, afirma el académico.
Para Toro, este es el embrollo que lo llevó a pensar que podría haber hilos invisibles de lobistas a los que los beneficiaba que la palabra elegida fuera ‘eliminación’ y no ‘prohibición’.
“La eliminación no tiene sentido porque no se está prohibiendo una serie de actividades que se realizan con la fibra, como la exploración y extracción. Pero además, le meten un peligroso mico y es que permiten la exportación de las fibras. ¿Esto a quiénes beneficia? Pues a las empresas mineras como Las Brisas de Colombia S.A. que tiene una mina en el municipio de Campamento y otra en Yarumal, que está en plena exploración”, afirma el representante.
El debate ha sido tan grande que fundaciones y familiares de víctimas prefieren que el proyecto se hunda y presentar uno nuevo, que aprobarlo de esta manera lo deformaría con poca oportunidad de reformarlo.
Pero otra pata le nació al gato, pues además de los términos de ‘prohibición’ y ‘eliminación’, están los de ‘exportación’ y ‘no exportación’.
Exportación vs. no exportación
“No tiene sentido prohibir que se elaboren estructuras con asbesto, pero que se permita la exportación. Esto significaría que habría mineros expuestos a la fibra, que habría empaquetadores expuestos a la fibra, que habría transportadores expuestos a la fibra y que además estaríamos entregándole el asbesto a otros países. No tiene sentido. O es blanco o es negro, no gris”, asevera Ramos Bonilla.
Para el representante Toro, el problema ha tocado escenarios internacionales, pues conoció la carta que fundaciones ciudadanas de Indonesia hicieron llegar al Congreso, en donde le piden a Colombia que no exporten más el material que además de matar a nuestros nacionales, está causando muertes en el país asiático.
“No queremos exportación. Exportar sigue exponiendo a nuestros colombianos a la peligrosa fibra”, asevera Toro.
Cristo, que en un inicio buscaba blindar al Estado de demandas de las mineras con negocios en el país, reconoció que no tendría sentido darle cabida a la palabra en la ponencia final.
El ego político: parte II
Una reunión para buscar consensos y presentar una sola ponencia con las palabras ‘prohibición’ y ‘no exportación’, fue la propuesta de Cristo para Toro, pero al cierre de esta edición no se habían puesto de acuerdo.
“Invito a que nos unamos, ya es hora de dejar las diferencias, pero que se vote mi ponencia”, relató el congresista.
Toro dice que aceptaría, si esto no significa que haya propuestas que terminen dilatando el debate y hundiendo el proyecto, quemándolo en la puerta del horno.
¿En manos de quién queda aprobar el proyecto?
Alejandro Chacón -Presidente de la Cámara
Podrá decidir si mueve el proyecto de ley al primer puesto de la discusión, tras aprobar la moción que Toro y Cristo presenten en plenaria.
Mauricio Toro – Representante Alianza Verde
De su ponencia y presión depende que el debate gire en torno a la prohibición y no exportación del asbesto. Deberá decidir cuál ponencia termina por ser discutida.
Jairo Cristo – Representante
Deberá cumplir su palabra de presentar una ponencia con pocas proposiciones para el debate. Reemplazará las palabras ‘eliminación’ y ‘exportación’ por ‘prohibición’ y ‘no exportación’.
Iván Duque – Presidente de la República
En sus manos queda la sanción de la ley sin objetar ningún punto. Su papel solo consiste en sancionarla antes de que entreguen título minero para la mina de Yarumal en Antioquia.
¿Qué pasa si se aprueba el proyecto?
Luego de que las dos cámaras aprueben el proyecto de ley, tendría que darse un periodo de conciliación y tras ser conciliado, deberá pasar a sanción presidencial. Si Iván Duque tiene algún reparo, podrá objetarlo, uno de los miedos de Toro es si la ponencia de Cristo tiene proposiciones económicas.
“Me da miedo que el presidente diga que tiene inconveniencia fiscal y no lo sancione”, señaló el representante.
Cristo, por su parte, insiste y se compromete con el país en que esto no sucederá.
“Le doy mi palabra al país de que no hay problemas de ese tipo y que ninguna proposición terminará diluyendo el debate”, señaló.
Entendiendo esto, la ponencia positiva arrojaría una ley que prohibiría el asbesto desde 2021. El proyecto minero de Las Brisas de Colombia S.A.S., que va hasta 2020 en el municipio de Campamento, Antioquia, podría culminar sin complicaciones y debería empezar la revisión del estado de las construcciones con asbesto en el país.
“Debería hacerse una identificación de cómo están las estructuras. Si están bien, dejarlas tal cual, las que no estén bien hacerles mantenimiento o desmonte, pero con la responsabilidad de hacerlo en manos de profesionales expertos”, concluye Barrios Bonilla.
¿Qué pasa si se hunde el proyecto?
Una de las preocupaciones centrales de senadores como Nadia Blel, autora del proyecto de Ley Ana Cecilia Niño, expresó su preocupación por el peligro que afrontaba el proyecto, pues solo le quedan dos semanas para ser aprobado y conciliado en ambas cámaras.
“Representantes, es el momento de legislar a favor de la vida y la salud de los colombianos y no de los intereses de unos pocos. Es necesario no solo prohibir el asbesto, sino toda su cadena de producción y tratamiento, y eso incluye la exportación. Es urgente prevenir más muertes y proteger a las generaciones que vienen”, señaló la senadora.
Si no se firma la ley, el proyecto minero que tiene la empresa Las Brisas de Colombia S.A.S., que está en estado de exploración en Yarumal, Antioquia, podría hacerse con el título minero que le daría la oportunidad de extraer material hasta 2036, afectando la salud de sus mineros.
Si el proyecto no se aprueba, nuevamente tendría que ser presentado en el Congreso, pero la prohibición podría aplicar desde 2036, en 17 años.
Esta sería la octava vez que el Congreso le dice que no a la salud de los colombianos y la perpetuidad de enfermedades como el mesotelioma pleural, la asbestosis, el cáncer de laringe y de ovarios se perpetuarían.