A Claudia López no le ha tocado fácil. Desde la campaña de la Séptima Papeleta en 1990 ha liderado la política. Sus denuncias han afectado a todos los gobiernos, desde Ernesto Samper hasta Iván Duque. Esta presencia se multiplicó en los últimos 5 años como senadora, candidata vicepresidencial y líder de la Consulta Anticorrupción. Hoy es candidata de la Alianza Verde a la Alcaldía de Bogotá, pero tiene un «ángel de la guarda». Se trata de su hermana, quien murió trágicamente en su niñez.
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Cuando era solo una niña de 4 años, Claudia López vivía en el barrio Prado Veraniego, al norte de Bogotá. Un día jugaba con su hermana Martica, de tres años. Ambas niñas se retaron a saltar sobre la claraboya de la casa, con tan mala suerte que Martica cayó.
Según recuerda la edición impresa de la revista Semana, la niña a primera vista parecía bien. Había caído sobre un canasto de ropa, y no había manchas de sangre que indicaran que hubiera una fuerte lesión. Pero esta se había registrado internamente: Martica había sufrido una fractura en el cuello y murió a causa de la misma.
En 2017, López contó a El Espectador lo sucedido. «Dice contar con la fuerza de su ángel guardián: Martica, su hermana menor, quien murió cuando eran pequeñas en un traumático incidente», relató en esa oportunidad el diario. Ahora, esa fuerza será necesaria en una durísima campaña para la alcaldía de Bogotá.