Los hechos sucedieron en Barranquilla, en el seno de una familia que decidió ponerle una trampa a un depravado que acosaba a su hija de solo 11 años.
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Todo comenzó porque un hombre mayor empezó a escribirle a una menor de 11 años en su cuenta de Facebook. Allí se identificó como Armando Mendoza, e inició con mensajes amistosos, que fueron cambiando a mensajes agresivos.
La menor decidió contarle a su mamá y esta en un acto osado, se hizo pasar por la menor y entabló conversaciones con el hombre que la incitó de inmediato a tener encuentros sexuales con él, por los que pagaría.
En un inicio le ofreció 600.000 pesos por un encuentro íntimo y si invitaba a más amigas, luego, le dijo que 200,000 y que se encargaría del lugar del encuentro.
El hombre nunca sospechó de que todo se trataba de una trampa y siguió con su plan con el que buscaba encontrarse con la menor. Este le indicó que su amiga Sofía le había pasado los contactos y así lograron organizar una cita.
Jorge Armando Rojas señaló que se encontraría con la menor, luego de que le insistió mucho. Le envió fotos de su pene y pedía fotos a la menor.
Luego de que la mamá hablara con el CTI y la Fiscalía, acordaron una trampa: citaron al hombre a las 6:00 p.m. en las afueras de un colegio en el Barrio Simón Bolívar y este indicó que luego irían a un motel.
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Fue así como el hombre, que había descrito cómo iba vestido, llegó al lugar y fue capturado.
Entre las cosas que encontraron en su maleta estaban una tijeras, condones, un gorro quirúrgico, guantes quirúrgicos, un tarro de vaselina y lubricante, lo que alarmó a las autoridades sobre las más oscuras intenciones del hombre que pasará una pena en la cárcel.