Una mujer denunció a un sacerdote que la violó a los 16 años y con el que tuvo una hija y así logró que la Iglesia lo suspendiera definitivamente.
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La historia se desarrolló en Colombia hace cuatro décadas y hasta ahora se hace justicia.
El cura se enteró de su suspensión por la violación en Colombia en plena misa en EE. UU. Esta es la historia.
Su nombre es Jesús Expedito Suárez y hace parte de la Arquidiócesis de Galveston desde 1994. Cuenta El Tiempo que recientemente el sacerdote estaba en su misa dominical en la parroquia de San Felipe, en Houston, Texas. Pero durante la ceremonia fue notificado de su suspensión “fulminante” de sus funciones ministeriales.
En los atrios de la iglesia se leyó la carta firmada por George A. Sheltz, arzobispo auxiliar y canciller de la Arquidiócesis de Galveston-Houston en la que se contaba la decisión de una investigación que ordenó directamente el papa Francisco por los recientes escándalos en la Iglesia.
Este diario pudo conocer más detalles del caso, entre esos una carta de la mujer víctima. Por ejemplo, hay fotos de prueba del cura junto a la pequeña que sería su hija. También hay una carta de la mujer que dice que fue violada entre 1974 y 1979, cuando tenía 16 años.
“No es justo que yo lleve encima tanto dolor y sufrimiento cada vez que recuerdo el abuso que me perpetró siendo yo apenas una niña inocente e indefensa”, se lee en la carta, según El Tiempo.
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“No es justo que yo lleve encima tanto dolor y sufrimiento cada vez que recuerdo el abuso que me perpetró siendo yo apenas una niña inocente e indefensa, mientras él aparece como el santo sacerdote que nunca ha hecho nada”, agregó.
La mujer aseguró que no quiso callar más su desgracia y por eso decidió hacer su caso público. Esto con la esperanza que más mujeres denuncien.
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