El Gobierno colombiano atribuyó este martes a disidencias de las FARC y a un reducto del EPL, conocida como Los Pelusos, los ataques con explosivos contra una estación policial y en la vía Panamericana (suroeste), que comunica con Ecuador y está bloqueada por indígenas desde hace más de 15 días.
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El ministro de Defensa, Guillermo Botero, responsabilizó a esas disidencias y a un reducto de la guerrilla Ejército Popular de Liberación (EPL) conocido como «Los Pelusos», al que el Gobierno considera una banda criminal.
«Están dedicados a poner bombas», aseguró Botero, quien detalló que una motocicleta bomba fue activada hoy frente a la estación de Policía de Miranda, en el departamento del Cauca, sin dejar muertos o heridos.
A este atentado se suma el ocurrido en la vía Panamericana, donde pusieron explosivos en una alcantarilla que al ser accionados destruyeron parte de la carretera.
Centenares de indígenas bloquean desde dos semanas la vía Panamericana, que comunica a Colombia con Ecuador, a la espera de que se reabra el diálogo con el Gobierno para discutir sobre acuerdos pactados con Administraciones anteriores y que según ellos no se han cumplido.
Botero remarcó que lo sucedido en las últimas horas indica que «hay infiltrados» en las protestas y que también hace parte de la lucha de bandas de narcotraficantes que están buscando «una salida al mar para el tráfico de cocaína».
Igualmente, hizo un llamado a los indígenas para que las protestas sean pacíficas.
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Para llegar a un acuerdo sobre las peticiones de los indígenas, el Gobierno instaló el pasado 21 de marzo una mesa de diálogo con ellos en la aldea Mandivá, del municipio de Santander de Quilichao, que está encabezada por la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez.
Los indígenas exigen la presencia del presidente colombiano, Iván Duque, para discutir sobre los acuerdos pactados que, según ellos, no se han cumplido.
Por su parte, Gutiérrez rechazó «los actos de violencia que se han presentado contra las vías y los hostigamientos que se han hecho en el Cauca».
Reiteró que «el Gobierno ha manifestado toda la disposición para el diálogo, pero se ha generado aquí un rumor de mala fe de que la fuerza pública está actuando en contra de los indígenas. «Eso es falso», aseguró.
Gutiérrez insistió además en que la mesa de diálogo seguirá pero siempre «pidiendo que se levanten las vías de hecho, los obstáculos que hay y el taponamiento de las vías».
Durante las manifestaciones, que en algunas jornadas han derivado en brotes de violencia, han resultado heridos al menos siete uniformados y uno más, identificado como Boris Alexander Benítez Leclerc, murió tras recibir un disparo en el cuello.
Según las autoridades, en las protestas también han resultado heridos tres indígenas y «doce particulares».
