La crisis en Venezuela ha hecho que casi 350.000 ciudadanos del vecino país se trasladen a Bogotá. Ya sea de paso o haciendo de la capital colombiana su hogar, los venezolanos en Bogotá viven en condiciones deplorables. Así lo reveló una investigación del programa «Testigo Directo», que visitó los sitios donde estos residen.
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En su gran mayoría se trata de hospedajes en barrios del centro de Bogotá, como Santa Fe. Se encuentran en pésimo estadio, y son sitios en los que a duras penas sus huéspedes tienen una cortina.
Los baños no funcionan y los colchones están sucios, por lo que sus ocupantes dicen que el olor es insoportable. Son sitios donde la noche se paga a diario y no pasa de 8.000 pesos, aunque algunos cobran un mínimo de 3.000 pesos diarios.
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Una de las entrevistadas por el programa es Milagros, una mujer que gana 35.000 pesos vendiendo en TransMilenio. Gran parte de ese magro salario lo envía para su familia en Venezuela. El resto se queda en dormir en una cama estrecha, con una cortina que la separa de los 40 ocupantes.
Los venezolanos en Bogotá también enfrentan otros sitios donde las paredes se caen y el desorden es evidente. Estas condiciones han hecho que muchas personas miren con «asco» estas situaciones.
Pero para los huéspedes, no parece provocarle problema. Un habitante de calle de avanzada edad, aseguró que ahí duerme «bien bueno. Aquí no me da frío, no me mojo y pago barato», dijo.