Los martes y jueves son una tortura para los vecinos de dos avenidas en el norte de Bogotá. Las avenidas Novena y Boyacá, entre calles 163 y 170, se han vuelto pistas para piques ilegales. En estos lugares, decenas de jóvenes se toman la vía pública para andar a altas velocidades.
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No solo eso: también producen niveles excesivos de ruido en plena madrugada. Y riesgos de seguridad: muchas veces se toman los carriles contrarios, andando a velocidades exageradas y arriesgando a las personas que llegan o salen de sus hogares a estas horas. Según los vecinos, han tenido en ocasiones que hacer maniobras para evitar fuertes choques.
Para empeorar este tema, los operativos contra los piques ilegales están provocando cada vez más enfrentamientos con los conductores. Uno de ellos, tratando de huir de las autoridades, terminó arrollando varios agentes de policía. Posteriormente, otro provocó que un motociclista cayera a la vía.
La Policía de Tránsito detuvo a varios de estos conductores ilegales en un operativo este jueves. A pesar de que eran las 3 de la mañana, estos estaban perturbando el orden público con su conducción ilegal.
Cabe recordar que el Autódromo de Tocancipá ofrece piques legales los jueves en la noche. Estos se realizan en la pista al norte de Bogotá, normalmente, entre 5:00 de la tarde y 1:00 de la mañana.