Hace un año y medio en PUBLIMETRO, retratábamos que pese a los esfuerzos de congresistas como Nadia Blel, del Partido Conservador; el Ministerio del Interior, encabezado por Guillermo Rivera, y asociaciones de víctimas, el Congreso dejó en deuda el proyecto del asbesto.
PUBLICIDAD
Siete veces fue archivado. Siete veces fue ‘tumbado’ el proyecto con el que se prohibiría el uso de asbesto en las construcciones colombianas, por falta de voluntad política, pero sobre todo por un fuerte lobby que hicieron las empresas defensoras de la fibra en oficinas y en el salón social de Senado.
Sin embargo, lo que el Congreso no quiso hacer, lo hizo el juzgado 39 administrativo de Bogotá que ordena al Estado colombiano implementar una política de sustitución del asbesto.
El fallo fue a favor de Juan José Galindez, quien interpuso la demanda en 2005. Luego de casi 13 años, ya hay una decisión que celebran en el país por cuenta de lo que significaría el fin de la construcción con asbesto.
¿Qué es el asbesto?
Desde hace más de 70 años, en el sector de la construcción se usa un material conocido como asbesto, una sustancia mineral extraída del crisotilo, para la fabricación de productos como tejas, tanques y tubos transportadores de agua, además de prendas como uniformes para bomberos, chalecos e indumentaria para trabajadores que se exponen a altas temperaturas.
El material, que pareciera haber sido un milagro por sus cualidades de resistencia al calor, y su forma compacta, está en los hogares de millones de colombianos y en empresas sirviendo como el perfecto asesino, ejecutando el crimen perfecto, matando sin dejar huellas que lo incriminen, pero sí rastros en la salud de quienes encuentra a su paso.
PUBLICIDAD
En Colombia se empezó a conocer de sus efectos hace muchos años, pero fueron ciertos casos mediáticos los que pusieron la mirada en este mineral que ha acabado con muchas vidas en el país.
Tras las exigencias y tras siete veces de intentos fallidos, nació el proyecto Ana Cecilia Niño, uno que homenajea a una de las caras de la tragedia, una periodista que murió por vivir cerca a una fábrica de Eternit, en un barrio en Sibaté, y que lideraba la causa en contra del agente que se puede encontrar en tejas y tanques del agua.
En octubre de 2017, el proyecto pasó de la Comisión Séptima a Plenaria del Senado y a Cámara, pero ahí se estancó, a pesar de todas las manifestaciones y se buscó que fuera llamado a lista, pero fue la decisión del juez la que hoy aleja al país del agente cancerígeno que se ha llevado a decenas de colombianos.
Lo que dice la sentencia
Si bien la sentencia del juez Leonardo Galeano no expresa la prohibición del uso del material, sí ordena al Ministerio de Salud y de Trabajo que efectúe un plan para el desmonte del asbesto de construcciones, por considerarlo peligroso para la salud de los colombianos.
“Lo que dice esta sentencia es que el asbesto no es seguro y que los ciudadanos no pueden seguir expuestos a él debido a sus nefastas y hasta mortales consecuencias. Es un fallo macizo y contundente que, además, deja expuesto que el Estado y el sector privado han permitido el uso indiscriminado de esta peligrosa sustancia durante décadas”, señala Silvia Gómez, directora de Greenpeace Colombia.
“Celebramos el fallo. Sin embargo, esto demuestra que una vez más el Congreso de la República le está fallando al país, dejando de tomar las decisiones que son importantes para los colombianos cuando así se requiere”, afirmó la senadora Nadia Blel, quien ha impulsado el proyecto al interior del legislativo.
“Para las víctimas, este es un fallo trascendental. Este fallo lo esperamos por 12 años. Cada año que transcurre son cientos de vidas las que se pierden. Cuando los jueces deciden optan por prohibir minerales tan letales como el asbesto, realmente están tomando una decisión en pro de la vida”, apunta Cecilia Riaño, víctima que perdió a su esposo y suegro, luego de que este trabajara en una fábrica de asbesto y llegara a casa a jugar con su hijo, sin protección.
La lucha continúa y este primer paso seguramente servirá para que en el Congreso las cosas se adelanten y se cree un marco normativo en el que el asbesto solo sea un mal recuerdo en unos años.
¿Y ahora qué sigue?
Aunque el fallo es histórico en nuestro país, algunos apuntan a que no es suficiente y que debe ser el Congreso el que regule el uso del mineral, sin dar oportunidad a revivir la medida.
“Es un fallo muy importante, pero innecesario, entendiendo que se pide un desmonte y no un marco regulatorio que debería ser entregado por el Congreso para la prohibición total. Es un paso importante porque servirá como presión para que el Congreso se comprometa con la vida de los colombianos”, señala Luis Ernesto Gómez, ex viceministro del Interior, que llevó la discusión al Congreso y dio el punto de vista del Gobierno.
El proyecto Ana Cecilia Niño, que ya fue aprobado en dos debates en el Senado, espera ser debatido en Comisión Séptima de Cámara de Representantes, y si pasa, deberá ser discutido en la Plenaria de Cámara, para ser sancionado por el presidente.