La organización Human Rights Watch (HRW) acusó al Gobierno de Iván Duque de promocionar a nueve generales vinculados con el escándalo de las ejecuciones extrajudiciales en Colombia a comandancias del Ejército.
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Entre los generales en cuestión, figura el nuevo comandante del Ejército, Nicacio de Jesús Martínez Espinel. Y es que sus subordinados están investigados por 23 «falsos positivos» en 2005. Todo eso aconteció mientras ejercía la comandancia segunda de la Décima Brigada Blindada.
Acompañado de su investigación, HRW presenta un documento firmado por Martínez Espinel correspondiente al pago de un millón de pesos a un informante por operaciones que resultaron con la muerte de dos civiles -entre ellos una niña- que se hicieron pasar como guerrilleros de las FARC.
La ONU informó en 2011 que se investigaban al menos 3.000 «falsos positivos». Sin embargo, estimaciones posteriores han situado la cifra en unos 4.200.
El año pasado, la Fiscalía presentó 2.248 casos a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Recordemos que este es el tribunal creado para juzgar los crímenes de guerra en virtud del acuerdo de paz.
La denuncia presentada por HRW indica que tres de los nueve generales promocionados están siendo investigados directamente. De igual manera, los otros seis por acciones de sus soldados.
Además de Martínez Espinel, los otros generales son Jorge Enrique Navarrete Jadeth, Raúl Antonio Rodríguez Arévalo, Adolfo León Hernández Martínez, Diego Luis Villegas Muñoz, Edgar Alberto Rodríguez Sánchez, Raúl Hernando Flórez Cuervo, Miguel Eduardo David Bastidas y Marcos Evangelista Pinto Lizarazo. Todos ellos fueron promocionados con Duque a comandancias del Ejército.
HRW ha denunciado con insistencia los obstáculos de los gobiernos de Colombia a las investigaciones sobre los «falsos positivos» y que los comandantes responsables se han librado de las condenas que, en su gran mayoría, han recibido los soldados.