En la primera entrega del especial De venezolanos a ‘venecos’: la percepción de una crisis migratoria, publicado el pasado viernes 8 de febrero, explicábamos de qué manera se configuró la conversación negativa en Twitter sobre la crisis migratoria de venezolanos.
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Se planteaban dos momentos en el tiempo que duró el análisis de la conversación, desde el 21 de enero de 2018 hasta el 21 de enero de 2019. El primero tenía que ver con la instrumentalización de los venezolanos por la crisis política en su país durante la época de elecciones presidenciales en Colombia.
En un segundo momento, que empezó justo después de la elección de Iván Duque como presidente, se ve cómo la conversación cambia y se vuelca hacia comentarios negativos sobre experiencias personales y percepciones sobre los venezolanos en Colombia, casi siempre impulsadas por noticias publicadas en medios de comunicación.
Sí, uno de los descubrimientos que arrojó este estudio realizado por Burson es que los medios de comunicación hemos tenido un gran porcentaje de responsabilidad en las conversaciones xenofóbicas que surgen en Colombia. Si en el primer momento el motor de xenofobia fue “no queremos volvernos Venezuela”, en un segundo momento fue señalar públicamente y de manera implícita a los migrantes venezolanos por la inseguridad en el país.
Los hechos noticiosos
En la gráfica, explicada en detalle en la primera entrega, se mencionan 10 picos que impulsaron la conversación negativa sobre los venezolanos en Twitter. Las cuatro primeras están relacionadas con política y la coyuntura electoral, como el peligro del castrochavismo, el supuesto atentado contra el expresidente Álvaro Uribe y la expulsión, en el gobierno de Santos, de los estudiantes venezolanos Gabriel Valles y Lorent Gómez.
Luego siguen otros seis grandes picos, el primero de ellos (E) se registró después del 21 de julio de 2018, en el que se disparan los comentarios xenofóbicos a raíz de un robo en TransMilenio por venezolanos. “¡Atraco masivo en bus de TransMilenio! Banda de venezolanos atracó a diez pasajeros”, decía uno de los titulares que más reacciones generó en la red social. Casi dos semanas después, el titular que disparó la xenofobia fue: “¡Ojo! Venezolanos usan estas zonas de Bogotá para robar; ya los tienen pillados”.
Un tercer pico (G) pronunciado en la conversación negativa estuvo motivado por dos hechos: la tensión política y militar entre Colombia y Venezuela, el 29 de septiembre, y la columna de opinión de Paola Ochoa, publicada el 15 de octubre, donde señaló que “nadie quiere ver la epidemia de sida que se nos viene de Venezuela”.
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Los siguientes aumentos dramáticos en la conversación negativa se dieron por una discusión gastronómica sobre el origen de las arepas y luego sobre un venezolano que asesinó a otra persona.
Pero después la charla en Twitter tomó otro rumbo. El pico H en la gráfica surgió por una conversación que se dio a raíz del caso de censura con el programa Los puros criollos. En esa oportunidad, cuando se anunció que el programa saldría de la parrilla de Señal Colombia, los colombianos compararon esa situación con la censura que a diario viven los medios de comunicación en Venezuela, bajo el régimen de Nicolás Maduro.
La conversación vuelve a dispararse al final del estudio con la captura de Juan Guaidó por las autoridades venezolanas. A los pocos días de este hecho que le dio la vuelta al mundo, Guaidó se proclamó presidente interino del vecino país. Pero este hecho será analizado en un próximo estudio.
No hay un éxodo venezolano
Como lo dice el informe de seguridad de Ideas para la Paz, la migración masiva de venezolanos “es percibida por algunos colombianos como un factor que afecta la seguridad ciudadana”, pese a que las cifras de las autoridades indican que el flujo migratorio en los últimos años de Venezuela a Colombia no ha afectado la seguridad del país.
Además, el estudio de Burson señala que hay tres posibles factores que explicarían la xenofobia en los colombianos. La primera tiene que ver con el poco conocimiento que hay sobre los grandes movimientos migratorios en la historia de ambos países, la concentración mediática en los flujos fronterizos que dan una percepción de un éxodo venezolano, aunque la Cancillería colombiana ya ha descartado en otros momentos que esto se trate de un éxodo, y el cubrimiento de noticias basadas en experiencias puntuales.
El estudio finalmente busca poner en perspectiva el hecho de que la conversación xenofóbica en Colombia está siendo motivada, en la mayoría de los casos, por factores que no corresponden del todo a la realidad, pero que sí han creado una connotación negativa que es importante cambiar.
Las palabras positivas y negativas que más se usan al hablar de venezolanos en Twitter
Palabras negativas: personales y peyorativas
Dentro del estudio de Burson se logró identificar una serie de palabras que son usadas con una carga negativa para referirse a los venezolanos. ‘Ratas’, ‘ladrones’, ‘criminales’, ‘peligro’, dejan ver que la percepción de los colombianos sobre ciudadanos del vecino país se centra en la inseguridad. Pero también son palabras ofensivas que van, la mayoría de veces, dirigidas a una persona específica. Entre ellas están ‘hijueputa’ o ‘putas’. Llama la atención que ‘venezolanos’ y ‘venecos’ son las dos palabras más grandes en los gráficos, lo que demuestra que fueron las dos más usadas en contextos negativos.
Cuba y Farc aparecen muy pequeñas, lo que demuestra que la relación que existía con la exguerrilla y la dictadura en Venezuela disminuyó después de la firma del acuerdo de paz en La Habana.
Palabras positivas: generales y poca empatía
Una total sorpresa significó dentro del estudio la parte de las palabras positivas, ya que son impersonales, en su mayoría.
‘Crisis’, ‘hambre’, ‘ayuda’, ‘alimentos’, ‘migrantes’, dejan ver un vacío al momento de referirnos a los venezolanos.
No son palabras tan personales como sí lo son las negativas. En cambio, son palabras que se refieren, en general, a la crisis que viven los venezolanos y a la necesidad de ayudarlos.
¿En qué piensan los colombianos cuando dicen que quieren ayudar a los venezolanos? Es una de las dudas que quedó después del estudio. Como si en el aire quedara el sentimiento de solidaridad con los venezolanos, en general, pero tal parece que son otros los sentimientos que se despiertan cuando estamos frente a un caso en particular.
‘Cariño’, ‘pueblo’, ‘niños’, ‘alimentos’, ‘retorno’, ‘apoyar’, son de las palabras más pequeñas; es decir, de las que menos usan en las conversaciones, lo que deja mucho qué pensar.