Los tres tripulantes de un helicóptero derribado en la región colombiana del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, que habían sido secuestrados por el ELN el mes pasado fueron liberados este domingo en el departamento de Norte de Santander, informó la Defensoría del Pueblo.
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«En un lugar del Catatumbo fueron entregados a una comisión de @DefensoriaCol y de la Iglesia Católica Maxwell Joya, Carlos Quiceno y Julio Díaz, quienes habían sido secuestrados por el ELN el pasado 11 de enero de 2019 en la zona de Hacarí», detalló la institución en Twitter, donde publicó una foto de los liberados.
En la imagen aparecen los tripulantes de la aeronave con una bandera de la Defensoría del Pueblo y acompañados por un sacerdote y los miembros de la entidad que conformaban la comisión humanitaria.
El helicóptero que transportaba valores, de matrícula HK4327, fue atacado el pasado 11 de enero en una zona rural del municipio de Hacarí, lo que obligó al piloto a realizar un aterrizaje de emergencia.
Después, Joya, Quiceno y Díaz fueron secuestrados por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en un paraje rural del corregimiento (aldea) de San José del Tarra, que está ubicado en Hacarí, según confirmó posteriormente esa guerrilla.
El pasado 19 de enero, las acciones para que el ELN liberara a los tripulantes del helicóptero fueron suspendidas por la reactivación de las órdenes de captura de los negociadores de paz del ELN en Cuba a raíz del atentado terrorista dos días antes contra la academia de la Policía en Bogotá que dejó 21 cadetes muertos y 67 heridos.
El ELN inició en 2017 en Quito negociaciones de paz con el anterior Gobierno colombiano que fueron trasladadas a La Habana en mayo del año pasado.
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Sin embargo, el presidente colombiano, Iván Duque, ha condicionado la continuidad de los diálogos de paz a que ese grupo deje de secuestrar y libere a las personas que tiene en su poder.
El Catatumbo es una de las zonas más pobres y olvidadas de Colombia y la conforman los municipios de Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú.
Esa extensa región selvática es una de las más convulsas del país por la presencia de diferentes grupos guerrilleros, bandas criminales y narcotraficantes y es además una de las áreas con más cultivos de coca de Colombia.