El niño fingió un secuestro el pasado 17 de enero y su historia parecía muy convincente, sin embargo, lo descubrieron.
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El joven de 10 años afirmó que un hombre y una mujer lo subieron a una camioneta cuando iba rumbo a su colegio.
En su relato, también contó que pudo escapar de los captores debido a que ellos se distrajeron con sus teléfonos celulares.
Posteriormente, el niño dijo que se había escondido en la hierba para que no lo encontraran.
La policía de Hong Kong no creyó su historia, lo presionó con preguntas y el niño terminó confesando la mentira.
La maleta del niño, posteriormente, fue encontrada en un parqueadero y, efectivamente, tenía la tarea sin terminar.