Al menos 66 personas murieron y 76 resultaron heridas tras la explosión de un ducto de combustible de Pemex. La explosión se registró en Tlalhuelilpan, del estado mexicano de Hidalgo, en la tarde del viernes. El punto de la tragedia sería una toma de combustible usada para el robo del líquido.
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Así lo informó Omar Fayad, gobernador del estado de Hidalgo. Fue acompañado por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Defensa, general Luis Crescencio Sandoval, y Octavio Romero Oropeza, director de Pemex, entre otros funcionarios.
«Se tiene que hacer la investigación y los peritajes para determinar las responsabilidades», explicó en su intervención López Obrador
Eran cientos de personas y el Ejército se vio rebasado
En el área de la toma clandestina había entre 600 y 800 personas, informó el general Sandoval. «Al verse rebasados por la cantidad de gente que llegaba con sus recipientes, [las autoridades] buscaron no tener una confrontación. Quedaron a un lado, para evitar una confrontación», explicó.
«Al presentarse la explosión, de inmediato se buscó apoyar a los heridos con la aplicación del plan DN-III para ayudar a acordonar el área. Hasta el momento tenemos al comandante de la 18 zona militar y se encuentra con 400 elementos para coadyuvar en las investigaciones», explicó Sandoval.
«Conforme los peritajes se vayan dando, los vamos a hacer públicos y los vamos a dar a conocer», indicó Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República.
Sigue en vivo la conferencia de prensa con respecto a la explosión del ducto de Pemex en Tlalhuelilpan, Hidalgo