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Pastor quiso extorsionar a hermana de Rafael Uribe Noguera en medio de su crisis

Este 4 de diciembre se cumplen dos años del asesinato de la pequeña Yuliana Samboní, de 7 años de edad.

En el transcurso de ese tiempo las cosas han cambiado tanto para la familia de Yuliana como para la de su asesino, Rafael Uribe Noguera. El Tiempo investigó qué ha sido de las dos familias a lo largo de estos dos años.

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Los padres de Yuliana se fueron a vivir a una vereda en El Tambo, Cauca, y viven en una casa a cambio de cuidar una finca.

Juvencio Samboní recibe como pago entre 10.000 y 20.000 pesos a la semana cuando consigue trabajo como jornalero, el único sustento que tiene la familia.

Él y su esposa Nellly tuvieron otro hijo al que llamaron Julián, en honor a Yuliana, que ya tiene 7 meses. La pequeña Nicol Sofía, que era la hermana menor, ya tiene 7 años y se acaba de graduar de jardín. En la casa tienen un espacio dedicado a Yuliana, con un altartar lleno de flores y figuras de la Virgen y el Niño Jesús.

Por su parte, la los hermanos de Rafael Uribe Noguera, Catalina y Francisco, enfrentarán en febrero en juicio una acusación de la Fiscalía según la cual intentaron encubrir el crimen de su hermano. Para probar su inocencia han preferido no visitar a su hermano, y mantener un bajo perfil.

Francisco Uribe pasó de integrar una prestigiosa firma de abogados, a la que renunció en medio del escándalo, a litigar de manera independiente. Por su parte, Catalina Uribe, está al frente de la constructora que su padre, el arquitecto Rafael Uribe Rivera, había creado con su hijo Rafael.

 Fuentes cercanas a la familia Uribe Noguera le conformaron a El Tiempo que Catalina tuvo una mala experiencia con un pastor que intentó extorsionarla.

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“Un hombre que se hizo pasar por pastor contactó a Catalina para ofrecerle apoyo espiritual. Se ganó su confianza pero terminó extorsionándola. Le exigió dinero para no hacer públicos otros supuestos hechos en los que estaría involucrado Rafael”, dice el citado medio.

Aunque la familia Uribe Noguera quiso resarcir a los Samboní con un apartamento o con una fundación para ayudar a niños de la vereda donde viven, ellos no han querido recibir ningún tipo de ayuda, y en realidad no quieren saber nada de estas personas.

Rafael Uribe Noguera se encuentra preso desde el 6 de febrero de 2018 en la cárcel de Valledupar, donde se la pasa leyendo y haciendo figuras de origami.

 

 

 

 

 

 

 

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