El pasado 17 de octubre, los familiares de Juan Sebastián Marín recibieron una llamada. El joven veterinario había sido secuestrado mientras se movilizaba en su motocicleta por las calles de Ibagué. Exigían 100 millones de pesos por su libertad. Durante un mes el Gaula de la Policía estuvo investigando el caso. Finalmente, encontraron que Marín fingió un secuestro a sus familiares.
PUBLICIDAD
Según el Gaula, el rastreo del teléfono del que llamaba el joven condujo a la localidad de Soacha. Allí, encontraron que Marín estaba solo, muy lejos de lo que podría llamarse secuestrado. Varios elementos durante sus llamadas hicieron aumentar las sospechas de los investigadores.
Por ejemplo, cuando fue encontrado, el veterinario dijo que sus secuestradores le habían permitido salir a la calle a realizar una llamada. Según la directora del Gaula en el Tolima, Zulay Janeth Izquierdo, este no es un modus operandi habitual de los secuestradores.
Marín fingió un secuestro, según Noticias Caracol, para poder sacar dinero de sus familiares. No sería la primera vez que ocurre: en otra oportunidad habría intentado un secuestro ficticio, con los mismos resultados.
Aunque el joven veterinario no estuviera secuestrado, sí será procesado por el delito de secuestro extorsivo. Fue puesto bajo órdenes de las autoridades judiciales.