Una entrevista revelada después de la muerte de uno de los testigos claves en el caso Odebrecht en Colombia, Jorge Enrique Pizano, puso el nombre del fiscal general de la nación, Néstor Humberto Martínez, a sonar en todo el país. Ocurrió el domingo, mientras muchos colombianos estaban de puente.
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Según las conversaciones reveladas por Jorge Enrique Pizano, el ingeniero y controller de la concesión Ruta del Sol, Martínez conocía desde 2015, antes de asumir el cargo de fiscal, las irregularidades en la licitación para la construcción de la carretera Ruta del Sol II. Esta obra fue adjudicada a un consorcio liderado por la constructora brasileña Odebrecht, del que también hacía parte Corficolombiana, involucrada en la obra a través de Episol S.A.S.
Pizano, testigo clave en el caso, contó detalles en una entrevista grabada en agosto y emitida este fin de semana en Noticias Uno, cuatro días después de su fallecimiento por un paro cardiaco.
“Le informé (a Martínez) que había unos contratos irregulares en la concesionaria”, afirmó Pizano.
En 2015, Martínez era el abogado del conglomerado bancario Grupo Aval, que a su vez es socio mayoritario de Corficolombiana.
Tanto el Grupo Aval como Corficolombiana hacen parte de un conglomerado mayor del industrial Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien ocupa el puesto 123 entre los más ricos del mundo, según la lista anual de multimillonarios de la revista Forbes, difundida en marzo pasado.
Los sobornos que pagó Odebrecht en Colombia para garantizar la entrega de contratos en la Ruta del Sol II ascendieron a 84.000 millones de pesos, confirmó en julio del año pasado la Fiscalía.
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Las revelaciones
La conversación telefónica entre Martínez y Pizano la grabó el mismo Pizano en agosto de 2015. En la llamada, el hoy fiscal manifestó que estaban “metidos” en un problema en el que no sabían si sus socios de Odebrecht les estaban dando dinero a “los paramilitares” o pagando coimas al Gobierno.
Frente a esta situación, el fiscal aseguró en un comunicado que Pizano le llevó en el segundo semestre de 2015 los resultados de unas investigaciones sobre contratos del consorcio Ruta del Sol, porque en la administración del proyecto no le pusieron cuidado.
Agregó que el empresario Sarmiento Angulo recibió de sus propias manos la investigación que preparó Pizano, en la que “los consorciados llegaron a un acuerdo en el que Odebrecht se obligó a reintegrar al consorcio unos $33.000 millones de los contratos cuestionados”.
Martínez, que es fiscal general desde agosto de 2016, añadió que solo fue en 2017 cuando se “estableció con certeza” que lo hallado por Pizano estaba relacionado con coimas pagadas por Odebrecht y afirmó que por estar impedido, no ha actuado como fiscal en la investigación: “Me declaré impedido en la oportunidad debida y así lo aceptó la Corte Suprema de Justicia”.
Después de estas revelaciones, varios congresistas han pedido que se investigue al fiscal por sus actuaciones.
Los otros escándalos de Martínez
La polémica elección:
Martínez fue el favorito de la terna designada por Juan Manuel Santos, en la que la acompañaban Yesid Reyes, exministro de Justicia, y Mónica Cifuentes, asesora de Paz en 2016. La Corte Suprema de Justicia de ese momento, esa misma cuyos exmagistrados están envueltos en el ‘cartel de la toga’, eligió con 17 votos al abogado Martínez.
El exsuperministro de Gobierno de Juan Manuel Santos fue el elegido, pero la importancia de su escogencia se conoció con el pasar de los días, en lo que llamaron la elección del ‘más impedido’ para ocupar este cargo por sus relaciones personales.
Los impedimentos:
Como ‘fiscal de bolsillo’ lo etiquetó rápidamente la oposición. El senador Jorge Enrique Robledo contó en debates sobre los nexos con políticos tan importantes como Germán Vargas Lleras y acerca de su estrecha amistad con empresarios y con el entonces presidente Santos, advirtiendo el problema que esto podría significar para investigaciones que se desarrollaban en contra del entonces presidente y que empezaban a salir a la luz, como el ingreso de dineros de Odebrecht a campañas presidenciales.
Odebrecht:
Sus vínculos como abogado personal del empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo, sus vínculos con el Grupo Aval y la representación que hizo de Corficolombiana fueron los argumentos para que, en medio de un debate político, lo asustaran con recular en su contra por no apartarse de las investigaciones de ingresos de dineros de la multinacional brasileña a las arcas de políticos y servidores públicos con miras a obtener contratos y favores en licitaciones. Dijo no conocer el caso y fue delegado a una fiscal que lo lleva desde entonces, hasta hoy cuando se destapa el escándalo que lo tiene respondiendo ante los medios.
Su guerra contra la paz:
Su amistad con Juan Manuel Santos no fue tan duradera. La férrea oposición a los temas de paz y a dar facilidades para la desmovilización de guerrilleros le costaron varios problemas con el expresidente. Los enredos y el choque de trenes con la Jurisdicción Especial para la Paz lo han catapultado como aliado silencioso del Centro Democrático, en cuanto al desarrollo de hechos que involucran al ente de control con el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la exguerrilla de las Farc.
El caso ‘Santrich’:
El 9 abril de este año, la Fiscalía anunció la captura de uno de los líderes del partido de la Farc, alias Jesús Santrich, por supuestos nexos con narcotraficantes mexicanos que se habrían dado luego de la firma del acuerdo de paz.
En plena polémica por las elecciones presidenciales, este era un golpe fuerte para el partido de la exguerrilla. Martínez aseguró que tenía pruebas en video. Meses más tarde indicó que las pruebas no las tenía él, sino Estados Unidos. Hasta el momento no ha allegado ni una de las pruebas que dice tener en su poder a la JEP para hablar de una posible extradición.
Las ‘chuzadas’ que no fueron:
Como una bomba cayeron las declaraciones de Martínez en contra del senador Armando Benedetti, en las que se le acusaba de tener a su favor una red de interceptaciones ilegales que habría ordenado en contra de sus enemigos. El escándalo fue mediado por acusaciones del senador del Partido de la U, en las que indicaba que todo era un complot en su contra, orquestado por la Fiscalía. Tras dos meses de la revelación, el fiscal aseguró que las pruebas pueden ser falsas y orientadas a dañar la imagen de opositores al gobierno de Iván Duque. Otro proceso que se cayó y ha quedado en nada.