En un breve comunicado, la policía niega problema mental de patrullero que se suicidó el domingo.
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Fernando Rosero Rojas fue quien tomó la decisión y nombró en la carta que dejó a dos superiores. Además, dijo que no podía tener acceso a las armas por sus «condiciones mentales».
Sin embargo, la institución negó que tuviera problemas.
“Personal médico especialista en salud mental de la Dirección de Sanidad de la Policía Nacional refiere que en su última valoración médica, realizada el pasado 10 de octubre, el uniformado no presentaba sintomatología, ni alteración en su estado mental que justificaran la expedición de incapacidad alguna”.
De acuerdo al comunicado se puede inferir que el policía fue varias veces a valoración.
“Reiteramos el compromiso institucional de aportar los elementos requeridos dentro de las indagaciones que adelanta el ente investigador. De igual manera, el comando de la Policía Metropolitana abrió un proceso disciplinario de carácter interno para esclarecer los hechos”, agregó.
Los hechos
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La tarde del domingo 4 de noviembre fue de tragedia para los miembros del CAI de Tres Reyes, en Ciudad Bolívar. Usando su arma de dotación, uno de los uniformados asignados a este sitio se quitó la vida. El suicidio del agente todavía conmueve a sus compañeros.
El caso se presentó este domingo. El policía, identificado como Fernando Rosero Rojas, se alejó de sus compañeros unos diez metros. Tomó su arma de dotación y se disparó en la cabeza. Murió instantáneamente, ante los esfuerzos infructuosos de los demás agentes.
Un mensaje publicado en su cuenta de Facebook fue el indicador de esta situación. «Toda mi vida Dios te la entrego, no puede quedar en mejores manos solo tú sabrás el plan para mí», dice la publicación. Aunque el agente se tomó otras fotografías con quien sería su pareja sentimental, esta quedó marcada como un aviso del fatídico hecho.