Una carta del Fiscal General Néstor Humberto Martínez al presidente Iván Duque ha llamado la atención. El alto funcionario mostró su preocupación por lo que llamó «estrategias anquilosadas» para combatir el narcotráfico. Y llamó al Gobierno a probar medidas «disruptivas» que no dependan únicamente de la fumigación o erradicación manual.
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La carta criticó que el combate a los narcos se esté dando con los mismos términos de hace 30 años. Mientras tanto, los carteles han tenido adaptaciones para mejorar sus métodos de producción. Además, el carácter internacional de estas organizaciones lideradas desde México dificulta aún más su persecución.
Así, planteó medidas que ataquen de manera indirecta la producción, y que no dependan de fumigar con glifosato. Entre estas se incluye la posibilidad de cortar la energía eléctrica a zonas del norte del Valle. En estas, se encuentran (según Martínez) grandes cultivos hidropónicos de marihuana «creepy».
«Si no hay energía para estos invernaderos, se acaban los cultivos hidropónicos de marihuana, y, con conocimiento de causa, las empresas de energía no pueden proveer energía de manera ilícita a esas fábricas de marihuana”, dijo Néstor Humberto Martínez.
El Fiscal también planteó controles a reactivos necesarios para la producción de cocaína. Por ejemplo, se planteó controles a la venta de cemento, y propuso incluso reformular la gasolina con componentes que disminuyan su reactividad ante los alcaloides.
«Nosotros seguimos dormidos con lo mismo y con el mismo plan de narcotráfico, y la única discusión es el glifosato», dijo Martínez.
