Luego de que se aprobó el presupuesto para 2019 y quedaron pendientes 14 billones de pesos, el Gobierno dijo que se comprometía a encontrar las formas de financiarlo efectivamente.
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La idea principal y lo propuesto por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, fue adelantar una reforma tributaria en la que se ampliara la base de tributadores y en la que se gravara la canasta familiar con IVA, con el fin de recibir parte del dinero que necesita el país para funcionar.
Esa idea fue moldeada por el presidente Iván Duque, quien dijo que no haría una reforma tributaria, ante los gritos de personas que le pedían que no subiera los impuestos.
“Se hace necesario presentar esta ley porque el gobierno del expresidente Santos dejó el país desfinanciado y se requiere buscar nuevas fuentes de financiamiento para tapar el déficit”, señala el senador Fernando Araújo, del Centro Democrático.
Ahora el Gobierno ha presentado lo que denomina la ley de financiamiento, que busca los 14 billones que le faltaron al presupuesto. En la propuesta se señala que todos los productos de la canasta familiar estarán gravados con IVA, a excepción de los servicios públicos y los servicios de salud.
“El IVA es un impuesto regresivo. Afecta mucho más a los pobres y fue un golpe muy duro para el bolsillo de los colombianos, entonces, definitivamente ese no sería el camino para seguir aumentando impuestos. Cuando uno compra cualquier producto que tenga un IVA del 19%, uno está pagando un impuesto sin importar si es estrato 1 o estrato 6”, dijo Wilson Rodríguez, profesor de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de La Sabana (Eicea).
Pero para suavizar, el paquete viene en combo con una reducción gradual del IVA que sería del 19% al 17%. El primer año se disminuiría un punto porcentual y para 2020, el segundo punto, que dejaría el tributo en el 17%.
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Duque también se apegaría a la medida de devolver el IVA a los más pobres, como en una especie de Sisbén, que no está bien explicada.
En el entramado del IVA se considera que, como lo prometido es deuda, la propuesta también traerá consigo una reducción de impuestos para las empresas que iría del 37% al 30%. El primer año caería a 33%, y al finalizar el mandato quedaría en los 30% pactados.
“No se cobraría impuesto de renta por 10 años a aquellas empresas que generen empleo en el sector agro y tecnología y habría deducciones en impuestos de capital”, señalan en la socialización del proyecto.
Para el decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, Carlos Sepúlveda, la medida es acertada: “Un sistema económico sano debe procurar el crecimiento de las empresas y aquí no se está haciendo así. Mientras en países desarrollados las tasas impositivas son bajas, en Colombia son muy altas y es en ellas que se está recargando todo el sistema fiscal”.
En esta propuesta también se resalta que el Gobierno buscaría que los altos salarios tengan una carga tributaria adicional, en la que se adicionen dos rangos de tarifa. Ya no va a ser del 33%, sino del 35% y después del 37%.
El Gobierno tendrá que afinar sus mayorías en el Congreso y definir cómo va a hacer para que partidos como el Liberal, en el que la idea del IVA no suena, se alineen con los intereses de Hacienda y la ley pase sobrada en lo que es muy parecido a una reforma tributaria.
¿Cuánto IVA van a devolver a los ‘pobres’?
En total se le devolvería a cada familia de escasos recursos, registrada en el Sisbén más bajo, $51.300 mensuales como devolución del IVA
Esta devolución tendría un costo para la Nación de 2,6 billones de pesos entre los años 2019 y 2022.