Uno de los principales objetivos de la construcción del Movistar Arena era dejar un escenario digno de grandes artistas en Bogotá. Su antecesor, el Coliseo El Campín, fue muy criticado por un sonido francamente deficiente. La prueba de sonido con el concierto de Fonseca de este viernes parece ser positiva.
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En la biografía de Gustavo Cerati se narra lo que tenían que vivir los artistas en el Coliseo. El penúltimo concierto de Cerati fue en dicho escenario, el 13 de mayo de 2010. Así recuerda Juan Morris, autor de dicha biografía, la experiencia en el Coliseo:
«La anteúltima fecha de la gira había sido en el Coliseo El Campín, en Bogotá, un anfiteatro de cemento y techo de chapa con una acústica difícil. Gustavo, fastidiado por el mal sonido, pero también por la poca gente que había ido a verlos, se lo había recriminado a [Adrián] Taverna en los camarines».
Este fue uno de los primeros elementos que debió modificarse al reconstruir el escenario. El Movistar Arena, además de contar con una capacidad ampliada a 14.000 espectadores, buscaba contar con un sonido digno. Este viernes se presentaron Fonseca y el argentino Nahuel Penissi en el primer evento dentro del escenario. La respuesta fue muy positiva.
Para el público que asistió, el esquema sonoro y visual del escenario es mucho mejor que el existente en el antiguo Coliseo. La inversión para convertirlo en el Movistar Arena parece haber valido la pena. Así se vio en video esta inauguración:
https://twitter.com/gusgomez1701/status/1046070433056018432
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