El presidente, Iván Duque, reconoció hoy el «crecimiento exponencial de los cultivos ilícitos» en el país, que según datos de la ONU fue del 17 % el año pasado, y anunció una nueva «política integral» para enfrentar la situación.
PUBLICIDAD
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) presentó hoy con el Ministerio de Justicia su informe anual sobre cultivos ilícitos, que mostró que al cierre de 2017 había en Colombia 171.000 hectáreas sembradas de coca, una cifra sin precedentes.
«Como ustedes saben, el país viene en los últimos años con una tendencia de crecimiento exponencial de los cultivos ilícitos», dijo Duque a periodistas.
El presidente manifestó que ese aumento, que se constata desde 2012 ó 2013, es motivo de «preocupaciones» en la Casa Blanca, del zar antidrogas de Estados Unidos y también de Naciones Unidas.
Ante ese crecimiento de los cultivos ilícitos, que en 2016 ocupaban 146.000 hectáreas, Duque dijo que su Gobierno presentará en breve «una política integral» que no responde a exigencias exteriores sino a una decisión nacional.
«La decisión del Gobierno es tener una política integral que será presentada en los próximos días y que incluye fortalecer nuestras capacidades de intervención aérea, marítima y terrestre», indicó el mandatario al término de un Consejo de Seguridad en Bogotá.
Con dichas acciones se buscará «desarticular por completo la red de suministro, tanto de precursores (químicos) como de insumos; avanzar en la estrategia de erradicación y sustitución voluntaria, y seguir adelante (…) con el desarrollo alternativo y la presencia de la inversión social del Estado».
PUBLICIDAD
El anterior Gobierno colombiano tenía también una «política integral» contra los cultivos ilícitos basada en la sustitución voluntaria, la erradicación forzosa y la inversión social en las zonas de mayor producción.
La decisión del Gobierno, comentó el mandatario, «es frontal y del pueblo colombiano, no por presiones ni por solicitudes del exterior».
Sin embargo, aclaró que la lucha contra las drogas debe ser «compartida» y en ese sentido destacó la coordinación que Colombia tiene con los gobiernos de Estados Unidos y Panamá.