Luego del remezón que significó la operación de la Fiscalía y la Policía Nacional, denominada ‘Operación Vesta I’, en Cartagena contra el delito de trata de personas y prostitución infantil, varios fueron los perfiles criminales que se desentrañaron de esta red dedicada a la explotación sexual de niñas y adolescentes.
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La operación contó con 13 allanamientos, seguimientos a cinco (5) centros hoteleros de la ciudad y siete (7) registros de Policía, con medidas cautelares, en distintos puntos de Cartagena y su zona insular, y en tres días capturaron a 18 cabecillas de proxenitismo y depredadores sexuales nacionales y extranjeros, señalados de someter mediante vejámenes a más de 250 víctimas, entre niñas y adolescentes.
La Policía y la Fiscalía trabajaron de la mano durante más de seis meses, en los que recopilaron testimonios, elementos probatorios y suficiente evidencia técnica que «pusieron al descubierto cuatro ejes criminales de esta problemática en la ciudad». El primer gran hallazgo fue que funcionarios públicos de la ciudad colaboraban en la red de proxenitismo que funcionaba en Cartagena.
Uno de los casos es el de la ‘Madame’, apodo que le dieron a una mujer que era la encargada de llegar a los barrios más populares de Cartagena para contactar mujeres y niñas, con una red de reclutadores que ofrecían ofertas laborales en el extranjero, en diversos oficios, especialmente a islas en el mar Caribe.
«Las ayudan con los trámites para obtener el pasaporte y otros requisitos y, al momento de viajar, les dan un supuesto auxilio en dólares para la manutención los primeros días», aseguró la Fiscalía en uno de sus comunicados .
«Cuando las víctimas llegan al país en el que esperan trabajar, encuentran una realidad muy distinta, las despojan de sus documentos, las encierran y las explotan sexualmente».
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La mujer, identificada como Liliana del Carmen Campos Puello, alias Madame, que tenía antecedentes penales por tráfico de heroína y permanencia e ingreso irregular a Estados Unidos. Además, «sería la mayor proxeneta de la ciudad de Cartagena y la encargada de manejar un corredor sexual en la zona de las playas, y contaría con una capacidad logística y contactos a nivel internacional para realizar eventos que demandan servicios sexuales de varias mujeres».
«En desarrollo del operativo las autoridades de migración de los Estados Unidos lograron la cooperación de autoridades de Bahamas para inadmitir ciudades americanas y a través de entrevistas efectuadas por ICE/HSI se confirmó que varias colombianas viajaban en tránsito para participar en fiestas “sexuales”, seleccionadas a través de catálogos presuntamente distribuidos internacionalmente por alias Madame, señaló el comunicado de la entidad.
La mujer, pactaba pagos por tres millones de pesos por encuentro sexual. Todos eran con extranjeros, que le pagaban dos a ella y uno a la mujer que prestaba los servicios sexuales.