Para muchas personas, la posibilidad de ir al baño durante su jornada laboral no tiene ningún inconveniente. Tal vez en algunos casos, unas palabras fuertes de su jefe. Pero en muchos casos, y algunos en los que trabaja un gran número de personas, se necesita hasta pedir permiso y avisar que el trabajador va al baño.
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Según la ley 1562 de 2012, ningún empleador puede negarle a sus trabajadores la posibilidad de una pausa para el baño, la norma autoriza a un gran número de empleadores a que, debido al carácter de sus trabajos, tengan que contar con procedimientos especiales para estas pausas.
Ocurre así con las factorías y líneas de ensamblaje, como las de vehículos, en las que se debe esperar para poder hacer pequeños reemplazos en los turnos para no perder una línea de producción continua. Otros trabajos como el de controlador aéreo o cajero de banco, por su carácter de seguridad, también requieren de estas pausas y reemplazos escalonadas.
En otras empresas como los call centers, se hace una vigilancia especial para establecer mecanismos «que permitan que cada trabajador se ausente de sus funciones sin entorpecer las operaciones”, según elempleo.com.