En el barrio Boston de Cartagena sucedió un presunto caso de brujería que atemorizó específicamente a los habitantes de la calle San Martín.
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Los vecinos del sector denunciaron al diario El Universal, que una niña de 11 años salió corriendo del baño porque en la pierna izquierda le apareció una extraña silueta con forma de una espeluznante muñeca.
El hecho se presentó cuando la menor se iba a bañar para irse al colegio, pasó sus manos por su muslo izquierdo y sitió una figura como en alto relieve plasmado en su piel, inmediatamente, salió corriendo horrorizada por lo que alertó a toda la comunidad.
Yina Villareal, madre de la menor, manifestó que a la niña no la llevaron al médico, sino donde un curandero del barrio para que le dijera que era lo que le pasaba a su hija.
Lo que sucedió allí, según la mujer, fue paranormal.
“Ahí fue cuando apareció la otra sorpresa: la muñeca se movía dentro de la pierna y bailaba al ritmo de la música que salía de una vivienda vecina. También se reía. Cuando el santero dejó de fumar y echó cenizas en la pierna, empezó a salirle babaza de la piel como si tratara de residuos de café”, dijo la madre al periódico El Universal.
Y luego agregó, “mi hija tenía un desespero, decía que se iba, que no quería estar ahí, le dimos una Biblia y la tiró al suelo. Cuando llegaron los pastores a orar, ella sacó una fuerza impresionante y nadie podía aguantarla, tenía un espíritu que se reía, los ojos se le pusieron rojos. Cuando le preguntaron quién lo había mandado, quién le dio permiso de entrar a ese cuerpo, él habló a través de mi hija y dijo que había sido una persona alta y flaca. Después siguió con la burla. Pero los pastores siguieron con las oraciones hasta que ese demonio confesó con nombre propio quién lo había mandado. Se trata de una vecina en esta misma calle”.
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Dijo Villareal que después que se enteró quien había sido la persona, se fue para su casa a reclamarle llena de rabia, pero no le abrieron la puerta de la casa, “al rato vinieron ellos a decir que la estábamos culpando mal, que eso era un tatuaje, querían que fuéramos a Medicina Legal a hacer unos estudios, pero no aceptamos».
Finalmente, aclaró que le hicieron “brujería” a su hija por un problema del pasado, “éramos más jóvenes y tuvimos un problema, pero eso quedó ahí. Yo viví en Venezuela mucho tiempo y regresé hace dos años con mi familia, no me imaginé que esa persona iba a hacer algo así. Lo que echó en mi casa era para mí, pero lo agarró fue mi hija”.