Una pequeña erupción observada en el perfil se arqueó y envió corrientes de plasma que se curvaron hacia el Sol durante un período de 30 horas (del 13 al 14 de diciembre de 2017).
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Se observaron partículas cargadas que fluyen a lo largo de líneas de campo magnético que se hacen visibles en la luz ultravioleta extrema.
Las prominencias son hebras más frías de plasma atadas sobre la superficie del Sol por fuerzas magnéticas.
