Consumir cosas anti-navideñas
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Entre esos, películas que sean la antítesis del espíritu navideño. “Bad Santa”, con Billy Bob Thorton (2003), es la primera de la lista. También “Krampus”, de 2015, que reinventa el género de horror en plena época navideña con el demonio más famoso de estas fechas. Quizás también la clásica “National Lampoon’s Christmas Vacation” (1989), que con mucho humor negro, termina aplastando todas las postales emotivas de familia.
Asimismo, en Spotify hay una lista maravillosa llamada “Anti-Christmas Carols”, con canciones como “Blue Christmas”, de Elvis Presley o “I hate Christmas”, de Oscar. Pero si lo que te gusta es comprar (no importando la fecha), en Etsy hay camisetas, bordados y suéteres (hasta en estilo Tim Burton) desde 4 hasta 20 dólares.
Irse a un país donde no celebren la Navidad
Depende de tu presupuesto y sentido de riesgo. Puedes ir a lugares como Arabia Saudita y Brunei (donde predomina un estado religioso y no son amigables con el turista), o a China, Japón y a países con mayoría musulmana como Túnez, Marruecos, Egipto o los Emiratos Árabes Unidos, donde si bien hay libertad de culto y permiten la celebración, esta no es parte central de la vida pública.
Hacer algo distinto a consumir en Navidad
Más allá de los consabidos abrazos de fin de año, puedes contribuir de manera real a darle algo real a otra persona. Pueden donar a varias fundaciones, pero para esta ocasión en particular hay lugares como Richmond Christmas Fund, que tiene 200 voluntarios para ayudar a los más necesitados en estas fechas, o dar un donativo en Unbound (fundación que lleva 32 años y está en América Latina), para darles a los niños una Feliz Navidad. Y si no te sirven estas dos opciones, a nivel local hay iglesias o centros de acopio, así como otro tipo de instituciones, donde tu ayuda será muy útil.
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Perderse. Sí, perderse.
Según la lista que salió en Oxford University Press este año y que fue condensada en el texto “Islands Beyond The Horizon”, hay lugares remotos fascinantes a los que pueden ir también dependiendo de su presupuesto y de la latitud en la que se sientan más cómodos.
El Archipiélago de Chinijo, en las Islas Canarias (España), tiene variedad de aves y un clima mediterráneo agradable, mientras que en Jan Mayen, Noruega, todo es frío y hostil, al estar construido sobre territorio volcánico. Para los amantes de la niebla y los paisajes románticos al estilo del siglo XIX, Mykines, en las Islas Feroe, es una gran opción. Pero si lo suyo es el trópico, pueden ir a San Blas, en Panamá. Lo ideal es hallar el silencio.
Pero si se queda…
Que es lo más probable, pueden disfrutar de lugares deshabitados sin tener que viajar fuera del país. De hecho, según AAA, una de las agencias (de viajes?) más grandes de Estados Unidos, tan solo el año pasado viajaron por carretera 103 millones de estadounidenses para celebrar las fiestas. Piénsenlo: (yendo a lugares despoblados) pueden disfrutar de aire puro, estar sin gente, olvidarse de la parafernalia y respirar.