Se trata de un hombre llamado Pedro Manjarrés Ríos. Se encontraba junto a su casa podando un árbol sin saber que en una de sus ramas había un panal de abejas africanas.
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Al sentirse agredidos, los insectos arremetieron contra el hombre y su hijo de 11 años, quien lo acompañaba, y también resultó muy afectado.
Sin embargo, el pequeño se salvó tras pasar la noche en el hospital, donde le trataron las más de 200 picaduras que tenía en el cuerpo.