El Observatorio Europeo Austral (ESO) informó que el planeta Ross 128b fue descubierto alrededor de una estrella de la constelación de la Virgen, situada a únicamente 11 años luz del Sistema Solar.
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“Ross 128b está muy cerca, lo que nos permitirá verlo con un telescopio como el E-ELT que se está construyendo para 2025”, explicó Xavier Bonfils, astrónomo del Observatorio de Ciencias del Universo de Grenoble, citado por la AFP.
El European Extremely Large Telescope (E-ELT), que está desarrollando el ESO en Chile, será el mayor telescópico óptico del mundo.
El Ross 128b representa la exo-Tierra templada más cercana al Sistema Solar, después de Próxima B, cuyo hallazgo fue anunciado en agosto del año pasado. Fue detectado por el espectrógrafo HARPS, instalado en el telescopio del Observatorio Europeo en su base chilena.
ESO's #HARPS finds #Ross128b an Earth-sized world only 11 light-years away. (artist's impression) https://t.co/Qpc4XgsuZf pic.twitter.com/vkZzzFIXau
— ESO (@ESO) November 15, 2017
Como orbita alrededor de una estrella enana “tranquila”, su atmósfera (si es que la tiene) podría haber resistido, además, a los vientos y erupciones estelares, explican expertos.
Pero el Ross 128b alberga un misterio aún más grande: según los investigadores, este cuerpo es un candidato real para albergar vida, ya que tiene una masa similar a la de la Tierra y su temperatura de superficie podría acercarse a la de nuestro planeta. Esto, señalan, podría favorecer la presencia de agua en estado líquido.
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De los miles de planetas extrasolares detectados hasta ahora, solo medio centenar son considerados como potencialmente habitables.
#ESOCastLight All you need to know about second-closest temperate planet known #BiteSizedAstronomy https://t.co/BjlFhketKA pic.twitter.com/eY6mjCktEd
— ESO (@ESO) November 15, 2017
De acuerdo con Bonfils, el futuro telescopio chileno podrá determinar la presencia de una atmósfera en el nuevo planeta, “la gran interrogante para todas las exo-Tierras (exoplanetas cuya masa es similar a la de la Tierra) detectadas hasta ahora”.
Posteriormente, habría que determinar si esta atmósfera contiene trazas de dióxigeno, agua o metano, ligadas también a la presencia de vida en ese cuerpo celeste.