Québec, la provincia más extensa de Canadá, acaba de prohibir el uso del burka y el nicab en oficinas, servicios públicos, trenes, autobuses, hospitales, escuelas y demás áreas del Estado, donde se requiere que todo ciudadano lleve el rostro al descubierto para facilitar su identificación.
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Según la ministra de justicia de ese país, la medida responde a un requerimiento de seguridad que busca además corresponder con la neutralidad religiosa que se profesa en Canadá.
La decisión se tomó luego de someter a votación el proyecto de ley 62 sobre neutralidad religiosa en la Asamblea Nacional de Quebéc. La mayoría de votos a favor provino de liberales, mientras que los demás partidos votaron mayoritariamente en contra.
Aun así, se espera que exista resistencia por parte de un sector ciudadano que podría ver sus libertades restringidas, por lo cual se habló de un estudio particular de ciertos casos frente a los cuales se podría adaptar la nueva ley.
La decisión generó polémica en Quebéc, ya que recientes movimientos de extrema derecha en esa provincia han propiciado sentimientos de xenofobia hacia la población inmigrante, asunto que se podría agravar con la aplicación de dicho mandato.
El alcalde de Montreal, Denis Coderre, rechazó la medida y la denunció por «inaceptable» y de «difícil aplicación» en ciertos contextos y espacios de su ciudad.