El vicepresidente, Óscar Naranjo, consideró «prudente» que la relación entre su país, al que describió como el «más importante aliado» de EE.UU. en el continente, y Washington «no se fracture» por el aumento de los cultivos de coca.
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«Lo que conviene hoy, lo que es realmente prudente, lo que es éticamente necesario, es que una historia de una relación donde Colombia es el principal y más importante aliado de los EE.UU. en América Latina y el continente no se fracture», declaró Naranjo a periodistas.
Naranjo se pronunció después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó este miércoles al Gobierno de Juan Manuel Santos con «descertificar» a Colombia por incumplir sus compromisos internacionales contra el narcotráfico.
En un memorándum enviado al secretario de Estado, Rex Tillerson, Trump identifica a 22 países, en su mayoría latinoamericanos y caribeños, como grandes productores o plataformas para el tráfico de drogas.
«Aquí, claramente notamos una advertencia, pero más que la advertencia, lo que nosotros estamos diciendo es: hoy Colombia puede mostrar que no ha bajado la guardia», subrayó el funcionario.
En ese contexto, recordó que «Colombia tiene una historia de ser un líder en la lucha contra el narcotráfico» y resaltó que la estrategia del país prevé la erradicación forzosa de 50.000 hectáreas, de las cuales 32.000 han sido eliminadas, y otras 50.000 mediante la sustitución de sembrados.
El número dos de la Administración de Santos aseguró que han sido capturadas 1.000 personas con fines de extradición, de las cuales 821 fueron enviadas a EE.UU. y se incautaron 1.600 toneladas de cocaína en estos siete años, lo que, consideró, muestra una tasa de eficacia «por encima del promedio internacional».
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Además, destacó que se ha aplicado extinción de dominio (confiscación) a 15.200 bienes valuados en cinco billones de pesos (unos 172 millones de dólares).
«Colombia combate el narcotráfico por convicción, ética y política», agregó el vicepresidente y defendió que Colombia «ha sido una de las víctimas más grandes en la lucha contra el narcotráfico en la humanidad».
Asimismo, juzgó como un «tanto exótico» que se señale que no se ‘descertifica’ al país por el desempeño de las Fuerzas Militares y de Policía y consideró que con ello se «está desconociendo lo que es hoy un mandato claro constitucional y nítido» de que el presidente Santos es el comandante de esas fuerzas y que siguen sus directrices.
«Una relación histórica, basada en éxito, basada en confianza, no se puede destruir de un momento a otro», añadió Naranjo, quien descartó aventurarse a anticipar los efectos de una «descertificación» al defender que los resultados en la lucha antidrogas de Colombia «son incontrovertibles».
De igual forma, aclaró que el crecimiento de estos cultivos «es multicausal», y citó, entre otras, la depreciación el peso frente al dólar, el paso de quienes se dedicaban a la minería ilegal de oro a esta actividad y el crecimiento de los sembrados en parques nacionales y fronteras donde había prohibición de aspersión.
«Dudo mucho que en América Latina haya un sistema de cooperación judicial más cercano e importante que el de Colombia con el de Estados Unidos», sentenció Naranjo, quien fue comandante de la Policía y fue elegido en 2010 el «mejor policía del mundo».
En marzo pasado, un informe de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP, por sus siglas en inglés) reveló que en Colombia hay 188.000 hectáreas cultivadas con coca y puede producir al año 700 toneladas de cocaína.
Otro estudio de ese mes de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de las Naciones Unidas indicó por su parte que la superficie dedicada al cultivo de coca aumentó en Colombia desde las 69.000 hectáreas de 2014 hasta las 96.000 de 2016.