Unas extrañas luces en el cielo presenciaron los mexicanos mientras se presentaba el terremoto con intensidad de 8.2 grados en la escala de Richter. Muchos creyeron que el fin del mundo se acercaba y lo que parecían estruendos, aterrorizaron a los ‘manitos’.
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«Se trata de un «efecto luminoso no cuantificable», como lo denomina Miguel Ángel Rodríguez, científico titular del Instituto Geológico y Minero de España. Se conocen como EQL (del inglés «luces de terremoto»)», asegura el medio digital VERNE.