En las inmediaciones de la Nunciatura Apostólica de Bogotá, ubicada sobre la carrera 15 con calle 33, no solo están los fieles, ya que por donde quiera que usted camine se encuentra algún comerciante.
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Como es el caso de Catherine Zabala, una comerciante del popular sector del 20 de Julio del sur de la capital. Ella cuenta que «está vendiendo camandulas, llaveros, manillas y afiches para bendecir a menos de.5 mil pesitos». Dice que le ha ido muy bien.
Cerca a la Nunciatura también se pasea de un lado a otro un comerciante venezolano, que lleva cuatro meses en la capital tratando de rebuscarsela para ayudar a su familia.
«Estoy vendiendo sillas plásticas a 15 mil pesos… la gente me dice que es una muy buena idea porque hay muchas personas esperando al papa», recalca