«¡Meeeeeeerrin!». El grito de Reagan sigue asustando a millones de personas en todo el mundo. Es más, toda la película sigue provocando espanto, por más que su estreno haya sido en 1973. Esto porque «El exorcista» se convirtió en un clásico del cine, ganando Oscar y siendo prohibida en muchos países debido a las potentes escenas salidas del guión del autor del libro y del guión del filme, William Peter Blatty, y del director William Friedkin.
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Y precisamente el cineasta decidió hace un tiempo que mejor que rodar una ficción era mostrar la verdad, por lo que ahora presenta el documental «El diablo y el padre Amorth», en donde cuenta la historia del religioso que lleva 41 años luchando contra las fuerzas oscuras.
El cura, quien era el exorcista jefe de Roma y que falleció en septiembre pasado, era fanático de la película, según consigna el diario El País. Gabriele Amorth creía que los efectos eran muy exagerados, pero el filme le sacó un peso de encima: por primera vez podía decirle a su familia cómo era el trabajo al cual se dedicaba.
Mientras que Friedkin no tenía idea de la existencia del sacerdote, hasta que estando en la capital italiana escuchó el nombre del religioso. Esto lo sedujo de inmediato, por lo que se contactó con él y le solicitó si podía ir a un exorcismo real.
El cura aceptó, pero con la condición que solamente fuera él, que no llevara luces y que si quería grabar, solamente llevara una cámara portátil. Así nació el documental que ahora es mostrado en el Festival de Venecia.
Y pese a que en el inicio del registro se escuchó la terrorífica banda sonora de «El exorcista» y que Friedkin relata aspectos desconocidos sobre el rodaje del filme, acá la protagonista no es «Reagan», sino que «Cristina». Es mayo del 2016 y el religioso tenía la novena sesión con la joven para liberarla de los espíritus malignos.
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Ese día, el cineasta filmó 20 minutos de la lucha entre el ente, que se presentó como «Satán» y Amorth. Hay gritos, rugidos, cruces y agua bendita sobre la frente de ella. «Cristina» manifiesta que se siente incomprendida, que no sabe que le está pasando pero que siente que hay algo en ella. Todo esto, matizado con oraciones en italiano y latín.
«¿Cuántos demonios hay dentro de ti?», pregunta el sacerdote. «¡89!» responde ella. El final no lo revelaremos, pero después se ve cómo Friedkin le muestra el montaje a dos neurocirujanos, quienes ven impactados todo el proceso.
«He visto cosas que me han asombrado, los vudús en Jamaica, ciertas ceremonias de Sudamérica. Nunca pensé que habría nada auténtico en el exorcismo, hasta que lo vi», finaliza el director.