La afortunada mujer que ganó 127 millones de dólares, en una lotería llamada Powerball en 2015, se llama Marie Holmes, es mamá de cuatro hijos y devota a una iglesia de su pueblo.
La devoción la llevó a donar 700.000 dólares, alrededor de 2100 millones de pesos colombianos, pero a su pastor no le alcanzó, pues después de la generosa donación decidió demandarla por no haberle dado 1,5 millones de dólares como había prometido.
La demanda fue por 10 mil dólares. El hombre aseguró que lo hizo como enviado de Dios y que se sentía como un guerrero de Cristo al pelear por el dinero con el que reorganizaría la iglesia en la que prestaba su «desinteresado» servicio.
“Solo quiero que haga lo que dijo que iba a hacer. Yo quiero paz y hacer lo que Dios me dijo que tengo que hacer. Quiero que ella haga lo que dijo que iba a hacer. De verdad me siento como un guerrero de Cristo y necesito que la gente cumpla con sus compromisos“.
Lo más increíble del caso, es que el hombre ganó la demanda, gracias a que aseguró que luego de no recibir lo que le había prometido en caso de una ganancia como la que obtuvo, tuvo que ser medicado por el estrés, la depresión, tras la decepción y la ansiedad.
La mujer que tuvo que pagar los 10.000 dólares no los pagó con desagrado, pues se apartó de la comunidad y ahora tiene 100 millones de dólares para gastar en lo que quiera.