Alejandro Lyons negoció un principio de oportunidad con la Fiscalía y, de esta manera, se convierte en el testigo clave en el caso de tráfico de influencia entre la Corte Suprema y el Congreso.
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La entidad lo acusa de 20 delitos, entre esos concierto para delinquir y ese sería precisamente el que le perdonarían a cambio de entregar información sobre más involucrados.
A cambio, Lyons recibirá detención domiciliaria, lo que le permitiría regresar al país. Él está en Estados Unidos colaborando con las autoridades de ese país, hecho que permitió destapar la supuesta red de corrupción que involucra a los expresidentes de la Corte Suprema de Justicia de Colombia José Leonidas Bustos y Francisco Javier Ricaurte Gómez, quienes habrían cobrado sobornos por ayudas en procesos relacionados con congresistas.
Este miércoles la vicefiscal, María Paulina Riveros, señaló que Lyons deberá devolver como mínimo 5.000 millones de pesos y bienes adquiridos con dineros ilegales.