Kim Wall, de 30 años, era una destacada periodista sueca que había escrito para medios de renombre mundial como el New York Times, The Guardian o The South China Morning Post. La profesional estaba haciendo una investigación sobre el inventor danés Peter Madsen (46 años), quien construyó el submarino privado más grande del mundo, cuando recibió la invitación de Madsen para navegar en su sumergible, una cita que se concretó el jueves… Pero desde ahí se desencadenaron una serie de sucesos que mantienen a la policía local desarrollando una amplia operación.
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My friend Kim Wall has gone missing on Friday in Copenhagen. If you have any info please contact Danish police. https://t.co/SUv0N3JjHY pic.twitter.com/3e9ScqX6W4
— Marie Telling (@MarieTelling) August 11, 2017
Los hechos
La periodista subió al Nautilus el jueves en la tarde noche para dar un breve paseo desde el puerto de Copenhagen, sin embargo, desde ahí se desconoce su paradero. La alerta la dio su novio, quien se comunicó con la policía, pues Wall no había llegado a casa.
El viernes, por la mañana, se encontró el submarino UC3 Nautilus en la Bahía de Koge, a 50 kilómetros de la capital danesa, pero en menos de un minuto, el apartó se hundió.
Madsen se encontraba solo en el lugar del hundimiento, fue arrestado por la policía y es investigado por presunto homicidio. El inventor aseguró que Wall se bajó en una isla tres horas después de que zarparon.
Las autoridades rápidamente iniciaron el proceso de reflotamiento, dado que una de las hipótesis era que el cuerpo de la profesional se encontraba en la nave, sin embargo, el submarino reflotó y no se encontró rastro de la mujer.
La versión del dueño del submarino
Según Madsen, el Nautilus empezó a tener fallas apenas zarparon de Copenhagen, por eso Wall bajó de la nave y fueron esas fallas las que al final terminaron provocando el hundimiento del submarino.
El dueño del aparato insiste en que es inocente y que desconoce el paradero de Wall. Mientras peritos policiales aseguraron a los medios que el Nautilus presentaba indicios de haber sido hundido intencionalmente.