Aunque los ojos de la opinión pública se han centrado en aspectos diferentes del acuerdo, lo cierto es que las víctimas son la razón de ser de este pacto que se consolidó en Cuba durante cuatro años. Así lo afirmó el exdirector de la Unidad, que también es víctima del conflicto.
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“El acuerdo de La Habana tiene un punto, el punto quinto, que es el punto de víctimas. Pero no solo allí está este tema, ya que es transversal en todo el acuerdo”, manifestó Jara, quien fue secuestrado por las Farc en 2001 y liberado en 2009.
“Hay (en el acuerdo) varios aspectos y uno es el marco normativo. Se refiere a los ajustes que se deben hacer para poder implementar todos los puntos de acuerdo; la mayoría son de tipo administrativo y de políticas”, además, “la ley de Víctimas crea un sistema, del cual la Unidad de Víctimas es su coordinadora, pero 53 entidades de orden nacional, las 32 gobernaciones y los 1112 municipios que hay en el país están involucradas. Así que ese punto de vista de las víctimas es distribuido en todas las entidades para que den su opinión y ayuden a las víctimas en todas sus necesidades”, indicó.
Pero no solo eso. Las víctimas también contarán con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Unidad para la Búsqueda de Personas Desaparecidas, la realización de actos tempranos de reconocimiento de responsabilidades y, “en general, toda la JEP tiene un propósito nacional, pero muy especialmente con las víctimas”.
Recuerda Jara que todo el país necesita saber la verdad. Pero, saber qué pasó, cómo pasó, “son respuestas que necesita una víctima para poderse reconciliar, perdonar, para dar ese siguiente paso para lograr la terminación del conflicto, que es la reconciliación nacional”.
Y lo dice desde su propia experiencia. Aunque cree que a pesar de todos estos mecanismos para repararlos, será igual de importante perdonar.
“Yo, más que perdonarlos a ellos (sus secuestradores), quiero hablarle a las víctimas. Yo tomé la decisión de perdonar y lo hice porque no perdonar era como seguir secuestrado. Con esa rabia, con ese rencor, con resentimiento. Desde luego no es un tema sencillo y cada víctima ha vivido su afectación de una manera diferente. Para mí, el perdón fue liberador, me hizo sentir mejor y me hace pensar no en lo que pasó sino en lo que viene”, agregó.
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Víctimas fuera del registro
Actualmente la Unidad de víctimas tiene un registro de un poco más de 8 millones de personas víctimas del conflicto, pero Jara aclaró que este número podría aumentar si siguen presentándose hechos victimizantes a la población o si una persona decide ir a declarar ante las autoridades.
“La ley estableció que el registro de víctimas estaría abierto hasta junio de 2015. Sin embargo, hay tres circunstancias en las que todavía se puede hacer: en las que por fuerza mayor una víctima no haya podido registrarse, cuando hay un amplio subregistro (como en el caso de las violaciones sexuales o de nacionales que viven en el exterior), y para los nuevos hechos que sucedan después del cierre del registro”, indicó el funcionario que este martes se despidió de la entidad.