Un total de 4.718 integrantes de las Farc tienen hoy una cuenta bancaria otorgada por el Estado como uno de los pasos para facilitar su retorno a la sociedad, luego de que esa guerrilla firmara la paz en noviembre del año pasado, dijo a Efe el gerente del Banco Agrario de Colombia, Luis Enrique Dussán.
«Son 4.718 los que ya culminaron el proceso, ya tienen su tarjeta débito y que ya tenemos la información de ellos completa», explicó Dussán en una entrevista con Efe sobre los beneficiados de las denominadas «Cuenta paz».
El Banco Agrario, una entidad financiera estatal creada en 1999 con la vocación de atender al sector rural, ha liderado, junto a la Superintendencia Bancaria, la apertura de las cuentas de ahorros a guerrilleros que permanecen en 26 zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN) para su retorno a la vida civil.
«A partir de esta apertura de cuentas, estas personas van a poder recibir el apoyo del Estado dentro de los compromisos del acuerdo de paz», recordó el ejecutivo, quien indicó que en principio recibieron del Gobierno un listado inicial 6.005 personas, de las cuales 5.987 resultaron aptas para ser incluidas en el proceso.
Dussán señaló que tienen por delante la tarea de completar el primer grupo de excombatientes a los que se les abrirá una cuenta de ahorros y emprender un nuevo proceso a partir de otro listado que esperan recibir del Gobierno.
En virtud de lo pactado en el acuerdo de paz, los excombatientes recibirán en estas cuentas una consignación inicial de dos millones de pesos (unos 667,5 dólares) por persona y «por una sola vez», para su «proceso de reincorporación», explicó Dussan.
Además, se les depositará «el 90 % de un salario mínimo legal» -fijado en 737.717 pesos (unos 246,2 dólares)- a los excombatientes durante un máximo de 24 meses o antes si estos se vinculan a una actividad productiva.
«Nos sentimos orgullosos de hacerlo y de acompañar al Estado en ese propósito de que estas personas entren a la vida civil como ciudadanos y que puedan desarrollar sus actividades productivas y desarrollarse también socialmente», sostuvo, al indicar que para este proceso se dispuso un grupo de 117 asesores que se desplazó a las zonas veredales para el trámite «uno a uno» de las cuentas.
Las cuentas tienen «una restricción de entrada», aclaró Dussán, al indicar que inicialmente estarán habilitadas para movilizar únicamente los recursos que aportará el Estado, lo que, aseguró, se garantizará mediante «un esquema de control muy riguroso».
Pero explicó que en la medida en que los excombatientes «vayan adquiriendo otros niveles de desarrollo en temas productivos» y de ingreso se irá «normalizando la situación».
«Este es un tema que está enmarcado en la inclusión financiera donde esta es una primera etapa, pero (…) está previsto que van a tener acceso al crédito en la medida en que vayan avanzando en su desarrollo», añadió.
Como parte de esa «inclusión financiera», señaló Dussán, el Banco Agrario ha facilitado su programa de «educación financiera y económica», que ha incluido desde el manejo de las tarjetas de débito, conceptos como ahorro, intereses, créditos, entre otros.
Consultado sobre posibles prejuicios o temores que puedan generar estas cuentas, Dussán aclaró que este proceso se desarrolla «con toda la rigurosidad, con todos los protocolos y con toda la seriedad», con vista a cumplir «un propósito superior que es la paz de todos los colombianos».
EFE
