Cuando se destapó el Carrusel de la contratación en Bogotá, el desfalco a la ciudad por parte de los hermanos Samuel e Iván Moreno, muchos creyeron que el Polo Democrático se iba a hundir con una velocidad similar a la del Titanic en mar abierto. Clara López, secretaria de Gobierno de Samuel, y la designada para ocupar la Alcaldía, tras su destitución, pareció eludir el tema.
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La “tristeza” por la traición de Moreno Rojas a la colectividad que lo había acogido para ser sucesor de Luis Garzón y una tímida idea de haber solicitado que se renunciara e investigara, no fue suficiente para todos los bogotanos. La responsabilidad política nunca fue asumida, pero sí castigada en 2015 cuando López aspiró a la Alcaldía y los ciudadanos le dijeron un no rotundo en las urnas, pero la lavada de manos ha sido persistente cuando el incómodo tema se toca.
Tan parecido a la situación que vivió partido de izquierda más importante del país por el año 2011, es el panorama del Partido de La U la colectividad creada en 2005 por el entonces seguidor de Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga, por allá en el 2005.
Las polémicas por la repartición de ‘mermelada’, notarias y puestos oficiales para pagar favores políticos y sumar adeptos que aportaran votos, fueron seguidas por las de la corrupción de sus miembros, de senadores, representantes, concejales y líderes en todo el territorio nacional.
Hoy, la Fiscalía le apunta a cuatro senadores de La U por ser, presuntamente, captadores de sobornos de Odebrecht en Colombia, con el fin de hacer lobby en el Congreso y en diferentes entidades estatales para la otorgación de contratos de construcción de vías y el silencio rampante de la colectividad del presidente de la paz indigna a muchos.
“El señor Fiscal hizo unos pronunciamientos. Cuando lo terné para ser Fiscal, le dije: ‘Doctor Néstor Humberto Martínez, lo voy a ternar para que tenga como prioridad, si sale elegido, la lucha contra la corrupción’ (…) Yo celebro lo que dijo, por ejemplo, ayer, el señor Fiscal: que en sus investigaciones sobre el caso de esta multinacional, no ha encontrado que hayan pagado sobornos a altos funcionarios del Gobierno Nacional”, señaló Santos en medio de un evento.
Las frases con las que se ufanó el presidente sonaron a engaño para muchos porque, aunque tiene razón y ninguno de sus altos funcionarios es referenciado en las investigaciones, queda la duda sobre sus copartidarios, los senadores de su colectividad… y sobre él, por supuesto, quien se encuentra envuelto en el manojo de dudas por la financiación de una encuesta para su campaña de 2014.
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“Le he dicho al señor Fiscal: no tenga ningún tipo de contemplaciones, porque esta lucha (contra la corrupción) tiene que llegar hasta el final.”
PUBLIMETRO consultó al precandidato presidencial y senador Roy Barreras, exdirector de la colectividad y asegura que no hay declaraciones al respecto. También consultó al actual presidente de La U, y tampoco hay opiniones sobre el tema que enloda a sus compañeros de bancada.
El partido que parece estar untado, no solo por la mermelada de la maquinaria política, también esta untado de posibles negocios turbios de sobornos, de regalos por parte de los senadores para esposas de funcionarios de la Agencia Nacional de Infraestructura, sigue en silencio.
Los senadores enlodados hoy se defienden de las acusaciones. Senadores como Musa Besaile hasta piensan en retirarse de la política, definitivamente, como si fuera a modo de escape de las investigaciones, mientras que los directores de la colectividad hacen de la vista gorda.
Hoy se reunirán los senadores y representantes de La U, y el cónclave tendrá la presencia de Santos, según anunció el vicepresidente del Senado, Andrés García Zuccardi, quedamos a la espera si los implicados asistirán al evento, si se tocará el tema de Odebrecht o todos se mirarán con un gesto de “aquí no ha pasado nada”.