La Conferencia Episcopal abrió la división entre católicos tras asegurar que el canal Teleamiga no es parte de la Iglesia y que el director del medio, José Galat, está creando un cisma entre los creyentes por sus apreciaciones sobre el Papa Francisco.
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«Nos duele que en el mencionado programa (Un Café con Galat) con argumentos superficiales y nocivos, pretendan sembrar en el pueblo creyente actitudes de distanciamento y de duda frente a la validez del Pontificado del Papa Francisco«.
«Obispos, sacerdotes y laicos, en repetidas ocasiones, a lo largo de varios años, hemos acudido a la vía del diálogo, manifestando nuestra disposición para un dicernimiento con el director del mencionado programa sobre los temas que trata las consecuencias que producen. Hemos mantenido la esperanza de que el canal se orienta a ser un medio para la formación cristiana de tantas personas. Sin embargo, no ha sido posible un acercamiento sereno y fecundo, ni se ha dado un cambio de actitud».
Y es que la invitación es a, de alguna manera, eliminar a Teleamiga de la lista de canales vistos y a que sus colaboradores dejen de trabajar allí:
«Pedimos a quienes participan en otros espacios del canal, aun con la intención de servir a la evangelización, a dejar esta colaboración por la confusión que suscita en el pueblo creyente, dada la línea de pensamiento falsa y dañina que ha asumido Teleamiga. De modo particular, exhortamos a sacerdotes religiosos a cesar todo tipo de apoyo al canal, pues hacerlo reviste una gravedad mayor dada su vocación y constituye una evidente desobediencia a la Iglesia».
A los creyentes les dice que deben «abstenerse de ver estos programas y a acudir a otros medios que aseguran el cuidado de la sana doctrina católica y la sintonía con el Magisterio de la Iglesia».
