Debido a las tensiones que hay entre partidos, sobre todo los opositores, en cuanto a los proyectos de implementación del acuerdo de paz, el Gobierno decidió presentar la Ley de Tierras por fuera del fast track para que lleve un curso normal de discusiones en el Congreso.
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La Ley de Tierras, que es uno de los puntos acordados en La Habana y uno de los más importantes para las Farc, será socializada previamente con campesinos, empresarios e indígenas antes de ser tramitada por la vía ordinaria.
“No queremos tener la premura del tiempo que nos impone el fast track, que terminaría el 30 de noviembre de este año”, afirmó el ministro del Interior, Guillermo Rivera, a los medios.
Mientras eso sucede, el Gobierno adelantará su labor formalizando títulos para campesinos gracias a un decreto de ley que firmó.
Luego, la Ley de Tierras permitirá, entre otras cosas, formalizar 7 millones de hectáreas que serán entregadas a familias de escasos recursos y víctimas del conflicto.
“Ya hemos formalizado, en lo que lleva el Gobierno, 3 millones. O sea que no estamos comenzando de cero, llevamos formalizadas 3 millones de hectáreas incluyendo la formalización a las comunidades indígenas y a las comunidades afro que hemos realizado durante este Gobierno”, manifestó el presidente Juan Manuel Santos.
La manera como lograrán conseguir las 7 millones de hectáreas será por medio de tres vías.
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La primera será a través de la recuperación de los baldíos, que en Colombia son muchos. “Quienes se hayan hecho a esos baldíos en forma irregular, en forma ilícita, pues ahí habrá un volumen muy importante de tierras para entregárselas a los campesinos”, indicó el mandatario.
La segunda vía será a través de la tierra incautada a los narcotraficantes y la tercera será tierra que se compre a quien voluntariamente quiera venderla para este propósito.
“Esas tres fuentes nos van a dar tierras más que suficiente para cumplir con esa meta de los 7 millones de hectáreas”, señaló el presidente.
