María Barón toma el alimentador desde San Cristóbal norte hasta el portal del Norte cada mañana para ir al trabajo, esto después de madrugar, llevar a su hijo al colegio y caminar 10 minutos hasta el paradero.
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Entró en pánico cuando escuchó que los alimentadores serían eliminados: “Entiendo que será paulatinamente, pero no sé por qué quieren quitar los buses verdes si le sirven a mucha gente. Las rutas de los azules que pasan por acá (Sitp) no sirven para donde voy y tampoco entran al portal”, asegura.
Alexandra Rojas, gerente de TransMilenio, aseguró que estas rutas no se eliminarán, pero sí iniciarán un proceso de transformación y esta decisión se debe a un cambio que requiere el sistema para que sea más óptimo para los usuarios. “Necesitamos simplificar el sistema y las rutas alimentadoras al no tener validación, como hasta ahora, estaban generando un distorsión de su funcionalidad e ineficiencias en el servicio. Esta trasformación será un proceso gradual y se inició desde el año pasado”, añadió Rojas.
TransMilenio también informó que “a la fecha se han trasformado cinco rutas alimentadoras (Altamira, Tibabita, Guaymaral, Las Cruces y Ramírez) que prestan el mismo servicio de alimentación, con los mismos paraderos de los trazados originales, que eran cubiertos por los buses verdes y que han permitido una mejor optimización del sistema”.
En otras palabras, los buses verdes serán azules. Ahora bien, tras la aclaración entre eliminación y transformación, la duda que le queda a muchos es por qué TransMilenio decidió dejar este servicio a un lado que favorece, en su mayoría, a población que vive en barrios apartados de portales y de estratos bajos.
De verde a azul
En los últimos dos meses TransMilenio ha sufrido cambios importantes, pues al de la transformación de los alimentadores hay que sumarle la modificación de las rutas fáciles que aún muchos ciudadanos no entienden, pero igual les toca adaptarse porque es su única opción.
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Esto sin contar que el TransMilenio en Soacha funciona sin alimentadores, lo que hace más difícil el traslado de los habitantes del municipio hacia Bogotá.
Según Fernando Rojas, experto en movilidad y profesor de la Universidad de Los Andes, “si uno mira, la mayoría de estas rutas alimentadoras, no en su totalidad, llevan a personas de estrato uno, dos y tres hasta TransMilenio y es aquí donde aparecen dos factores: muchas personas encontraron en las rutas alimentadoras la forma de moverse al interior de la localidad sin pagar, pero TransMilenio, en lugar de poner a los operadores a que le dieran control a la evasión, decide simplemente que los alimentadores dejarán de existir y, al mismo tiempo, aunque los alimentadores prestan un servicio para el cual no se pensó, tampoco tienen una alternativa para las personas que lo venían utilizando gratuitamente y eso obviamente está afectando”.
Mientras que TransMilenio sigue funcionado, con tantas transformaciones a bordo, algunos bogotanos no ven el cambio. Es cierto que el sistema ha dicho que le ha metido la ficha a mejorar su servicio, ¿pero cuál es el costo para los ciudadanos?
“Es que aquí no hablamos de personas ricas que se suben a un bus verde sin pagar. Estamos hablando que esos buses verdes circulan en barrios con condiciones sociales muy grandes. Digamos que muchas personas encontraron en los alimentadores una solución. Llama la atención que en lugar de encontrar un camino para que los operadores utilicen la tecnología para que se optimice el servicio, lo que hacen es quitarlos. Entonces dicen que como los usan mal, es mejor que no existan”, agregó Rojas.
TransMilenio afirma que los cambios han sido bien recibidos por los usuarios, pero aún se presentan congestiones, las frecuencias no son claras e incluso existe una campaña anticolados que no podría medirse porque no hay cifras claras de cuántas personas se cuelan, como se ha afirmado en varias ocasiones, para arrancar de raíz el problema.
El profesor de los Andres añadió que “ellos dicen que la gente a los portales llega en bicicleta, caminando o en buses azules. Invitaría a la gerente a que fuera a los portales en hora pico a ver si la gente no llega en alimentadores o no espera el servicio en las tardes. Además no todos llegan en bicicleta, porque portales como los del Tunal, la 80 y el del Norte no tienen cicloparquederos”.
¿Culpa de los usuarios?
La gerente del sistema, aseguró que muchos usuarios no usan adecuadamente las rutas alimentadoras, algo que no se discute, pero, y según Fernando Rojas, “creo que TransMilenio no ha logrado presentarle a la ciudad unas modificaciones estructurales y se ha ido por las ramas. Deben dejar de culpar al usuario. Cuando el sistema integrado inició, esos colores tenían un objetivo y hoy, por medio de la idea de simplificación, lo que están haciendo es tratar de ahorrar costos para garantizar el funcionamiento financiero del sistema y no importa si eso mejora o no el servicio”.
Así que por ahora, le recomendamos que empiece a transformar su mente, porque TransMilenio ya empezó y parece ser la única salida planteada para mejorar la movilidad en la ciudad.