La música a alto volumen, el olor a cigarrillo y la gente tomándose un trago en la calle o en una tienda es una escena común de la Zona Rosa, en donde confluyen varios bares y sitios de rumba a donde van los bogotanos para pasar un rato de diversión con sus amigos o su pareja.
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Sin embargo, en la Zona Rosa confluyen varias problemáticas que afectan a los bares de este sector.
El arquitecto y urbanista, Armando Lozano, explica que una de las principales problemáticas de la Zona Rosa es que “no todos los bares han logrado sacar licencias de construcción para funcionar porque el uso del suelo para este tipo de establecimientos no está autorizado para todo el sector. Solo hay una pequeña parte donde sí son legales los sitios de rumba y ocio”.
Así, hay bares que en la Zona Rosa no funcionan con la autorización legal. “El problema es que la Zona Rosa está reconocida como un sector turístico y muchas personas que vienen a Bogotá quieren conocerla y pasar un rato de diversión allá. Por esto, en el mercado existe una demanda de este tipo de establecimientos”, sostiene Lozano.
Los dueños de los bares ilegales “se dan cuenta de esta demanda e inauguran los establecimientos en la zona sin contar con todos los permisos requeridos. Aunque la Policía y la alcaldía local realizan controles, estas instituciones no cuentan con una gran cantidad de personal para llevar a cabo la supervisión a todos los sitios de rumba”.
De esta forma, muchos bares no pueden ser controlados por las autoridades.
El experto explica que otra de las problemáticas que existe en Bogotá es que “muchos vecinos no entienden la necesidad que tienen los ciudadanos de los bares y cree que lo legal es prohibirlos”.
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La transformación de la Zona Rosa
El Alcalde Enrique Peñalosa anunció que entre las calles 80 y 85, y entre las carreras 11 y 15, se llevará a cabo un proyecto de renovación urbana con el apoyo de la Alcaldía Local de Chapinero, y los comercianes y vecinos del sector.
Uno de los principales defensores de la iniciativa es Camilo Ospina, presidente de Asobares, quien asegura que “todos los sectores como comerciantes, vecinos, entre otros, estamos seguros de que este es el plan que necesita la zona”.
Ospina también asegura que “este sector de rumba lleva más de 30 años y es necesario que se revitalice”.
Igualmente, el presidente de Asobares asegura que la intervención de la Zona Rosa “va a ser un proyecto piloto para la recuperación de otras zonas de la ciudad”.
Sin embargo, para el arquitecto Armando Lozano con estas medidas no se logra resolver el problema principal de la ciudad que consiste en la legalización de los bares en toda la ciudad.
“Cuando yo establezco un negocio legal, trato de cumplir las normas. Pero cuando se hace de forma ilegal, no tengo la presión de acatar las reglas sobre ruido o recolección de basuras”, sostiene Lozano.
Además, el experto asegura que no solo se deben hacer controles en los bares de Bogotá sino también en otro tipo de establecimientos como los restaurantes, tiendas de barrio o sitios exclusivos para tomarse un trago como los Bogota Beer Company.
En Bogotá, hay muchas zonas en las que convergen diferentes áreas de la economía. “En estos sectores es apropiado que estén los bares porque la característica que los convierte en atractivos es que se realizan numerosas actividades. Así, existe un encuentro de diferentes servicios. Hay universidades, hospitales, tiendas de ropa, oficinas, bancos, entre otros”, asegura Lozano.
Así, si se permitiera la construcción legal de los bares “habría mucho más control al microtráfico y se prestaría un mejor servicio a los ciudadanos. La ilegalidad genera más corrupción”, señala Lozano.
Algunas de las propuestas que se implemetarán
• Se destinarán dos zonas amarillas para que usarios puedan tomar los taxis
• Se trabajará en la seguridad vial, cruces seguros y en la integración de la red de bicicletas.
• Se mejorará las frecuencias de la recolección de basuras y se instalarán 40 contenedores y 234 cestas de basura.
• Mantenimiento de 772 luminarias, consolidación de un mapa de ruidos de la zona y red de monitoreo del ruido.
• Insonorización de bares.
“Uno de los problemas que existe en Bogotá es que en las zonas en donde deberían estar los bares, no se permite su construcción legal. Estos sitios hacen parte de las necesidades de los ciudadanos”