El pasado fin de semana se presentó un accidente en la vía a Tubará. Un bus que transportaba a más de 50 pasajeros, tras la pérdida de frenos de la buseta, en una curva peligrosa y terminó por caer a un abismo de más 150 metros de profundidad y dejó como saldo la muerte de tres jóvenes, 38 pasajeros heridos y seis de ellos de gravedad.
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Más allá de la tragedia, lo que se ha podido conocer es que la joven universitaria fallecida, Andrea Cuentas Martínez, se percató del pésimo estado en el que se encontraba el vehículo y le pidió al conductor que se detuviera, cuando se pagó varias veces en medio del recorrido, según contó Manuel Cuentas, padre de la víctima fatal.
Luego de haber salido de la iglesia San Roque, en donde la estudiante universitaria había acabado de bautizar a una bebé:
“Ella era valiente y lo encaró. Detuvo el bus en un tramo de la vía y los pasajeros se bajaron por seguridad. No sé qué hizo el conductor pero el bus encendió y los convenció para que subieran nuevamente. Pero las fallas siguieron y ella se levantó nuevamente de la silla y estaba hablándole al conductor cuando el bus se quedó sin frenos y cayó al abismo. Ella, por estar al lado del conductor sufrió muchos golpes y murió en el sitio”, reveló a Caracol Radio el compungido padre.
«La joven estudiante iba sentada al lado de una de sus hermanas quien es abogada y reveló estos detalles a los investigadores. En las próximas horas llegará una comisión del Ministerio de Transportes de Bogotá a estudiar el accidente», reveló el medio de comunicación.