¿Usted ha sentido que los precios de los arriendos han subido en Bogotá y que cada año debe pagar más por el aquiler de una casa o un apartamento?
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Tranquilo, varios bogotanos tienen esta misma percepción. Pero ¿por qué ocurre este fenómeno en la capital?
El director del departamento de economía de la Universidad Sergio Arboleda, Javier Delgado, explica que hay tres razones principales para el aumento de los precios en la capital.
La primera es que la cultura bogota es esnob. “En el imaginario de los bogotanos existe la idea de que esta la ciudad de las oportunidades y en la que los ingresos son más altos. Si uno mira los indicadores económicos, esto es cierto. Por esto, hay una tendencia al alza de los precios”.
La segunda son las particularidades del suelo en la capital. Una de ellas es la escasez de tierra que existe en la ciudad. Así, cuando la oferta de un bien tiende a ser menor, su costo aumenta en el mercado.
Otra de las particularidades del suelo en Bogotá es que “toda la ciudad está construida sobre un humedal. Debido a las condiciones físicas y topográficas, es complicado construir vías y edificios. Por esta razón, hay tantas dificultades en la movilidad y en el sector inmobiliario”, según Delgado.
Por su parte el profesor del departamento de derecho económico de la Universidad Externado, Daniel Monroy, explica que “la población bogotana crece pero el suelo es estático porque la ciudad no ha podido ampliarse a otros lugares. Debido a esto, se han construido edificios altos y se ha reducido el tamaño de los apartamentos”.
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Así como sigue llegando más gente se deben construir edificios más altos. “Por esto, la única solución es tumbar las casas o edificios viejos, para construir unos nuevos”, según Monroy.
El experto también señala que “por ejemplo, hay sectores como Cedritos en los que se tuvo que parar la construcción de edificios porque el acueducto no tiene la capacidad para prestar el servicio”.
La migración de venezolanos ha afectado los precios
El tercer argumento planteado por el experto Javier Delgado, para el aumento de los precios de los arriendos en Bogotá, son las migraciones de los venezolanos a la capital.
“Varias familias y empresas venezolanas con ingresos altos migraron a Bogotá en tres épocas de la historia de Venezuela. El primero es entre 1998 y 2000, en el momento previo a la revolución chavista. Estas personas alcanzaron a sacar su dinero. La segunda diáspora se produce, desde el 2000 hasta el 2010, en el furor de la presidencia de Hugo Chávez hasta sus últimos días”, explica Delgado.
La tercera diáspora se produce en el gobierno de Nicolás Maduro. “Sin embargo, muchos de los migrantes no tienen los recursos suficientes”, sostiene Javier.
Debido a los altos ingresos de los venezolanos que llegaron en el primer y el segundo momento, “se generó una burbuja especulativa en al ciudad que aceleró el incremento de los precios de los arriendos en la capital. Además, se presentó una sobreoferta de inmuebles como oficinas, apartamentos y bodegas”.
A pesar del crecimiento de la burbuja inmobiliaria en la ciudad, este fenómeno ya se estancó. “Incluso es posible una disminución de los precios de los arriendos en Bogotá en un corto plazo porque actualmente hay muchos proyectos inmobiliarios que ya están construidos o en proceso”, como explica Delgado.
Esta tesis también es respaldada por el profesor derecho económico, Daniel Monroy, quien asegura que “los precios de los inmuebles han aumentado en los últimos 15 años, pero en los últimos tres se han estabilizado y pueden disminuir. Por ejemplo, en los edificios que se habían construido para las oficinas de los estratos altos, algunas no se han vendido. Esto ha generado la disminución de los arriendos”.
La particularidad de los estratos bajos frente a los arriendos
El profesor Daniel Monroy explica que en los niveles socioeconómicos más bajos las personas viven más en arriendo. Así, son pocos los que son dueños de sus viviendas.
Por esta razón, para los arrendatarios de los inmuebles es mucho más rentable comprar viviendas en el sur para alquilarlas que en el norte, debido a que en esta zona es mucho más común el arriendo.
En los estratos altos o medios, es mucho más común que las personas sean propietarios de sus viviendas. Además, pocas personas estan dispuestas a pagar los altos precios de los alquileres en estas zonas de la ciudad.
“La falta de tierra en Bogotá es un problema que se agudiza en los estratos bajos. Por esto, el Distrito debe dar subsidios para los arriendos de esta población”, según Monroy.
Otros datos sobre arriendos, según la Secretaría de Hábitat
• En Bosa, Ciudad Bolívar y Kennedy se concentran el mayor número de familias no propietarias de vivienda con ingresos entre uno y dos salarios mínimos.
• En Usaquén, Chapinero y Teusaquillo se concentran la mayor cantidad de población que son arrendatarios por preferencia y no por necesidad.
La falta de suelo lleva a urbanizar otros espacios
El experto Javier Delgado explica que la falta de suelo en Bogotá es lo que ha llevado a la Administración Distrital a plantear la construcción de la Reserva Thomas Van der Hammen y urbanizar el occidente.
“Los cerros orientales son intocables y ya no hay espacio para construir. Las formas de expansión son hacia el norte porque hacia el sur, el espacio no es tan costoso y tampoco tan apreciado por las personas que quieren arrendar”.
Por otro lado, el experto Daniel Monroy explica que por los Planes de Ordenamiento Terriorial, Bogotá no puede expandirse a otros lados.
“Por la llegada de venezolanos se generó una burbuja especulativa que aumentó los precios de los arriendos”