Un delincuente que minutos antes había robado un celular en el centro de Santa Marta, huyó y se refugió en la Catedral de la capital del Magdalena pensando que estaría a salvo de una multitud que lo perseguía.
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Sin embargo, el grupo de hombres que estaba en la persecución del ladrón ingresó también al templo y allí le propinó una golpiza, según informó el portal Seguimiento.
En el suelo recibió patadas y golpes, fue inmovilizado por un hombre “con una llave” mientras frente a él desfilaban otros que le propinaban la paliza.
Los agresores llegaron hasta desnudarlo para finalmente sacarlo de la primera catedral Católica que tuvo el país.