Se repite la historia: Otro líder fue asesinado a pesar de haber advertido a las autoridades del peligro que corría. Se trata del líder de víctimas del conflicto armado, Bernardo Cuero Bravo.
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Cuero fue asesinado a tiros frente a su familia cuando veía por televisión un partido de fútbol de la liga local, denunció la Asociación Nacional de Afrodescendientes (Afrodes) en un comunicado.
Cuero Bravo¡ se desempeñaba como fiscal nacional de Afrodes y vivía en el municipio de Malambo, cercano a Barranquilla, donde fue tiroteado.
«Dos hombres llegaron en una moto de color negro mientras que él observaba un partido de fútbol, preguntaron si en el área arrendaban apartamentos, cuando Bernardo se acercó para atender a los sujetos uno de ellos saco un arma y lo ultimó en presencia de su compañera y demás familiares y luego huyeron del lugar», detalla el comunicado.
El líder también era representante legal de la Asociación de Desplazados por Vivir de Malambo, integrante de la Junta de Acción Comunal y miembro la Mesa de Víctimas del Municipio de Malambo y del Departamento del Atlántico.
Además de condenar el asesinato, Afrodes aseguró que tanto Cuero como la organización «habían solicitado a la Unidad Nacional de Protección (UNP, organismo de seguridad del Estado)» y otras entidades medidas de protección «por las múltiples amenazas y atentados recibidos por su trabajo comunitario y defensor de derechos humanos de la población víctima y afrodescendiente».
Las medidas de protección que en años atrás la UNP entregó a Cuero -un chaleco y un celular- luego fueron retiradas porque los estudios de riesgo realizados siempre dieron ordinarios.